angel boy

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Harry Styles a sus veintitrés años es la cabeza de Emporio Styles, es el típico alfa que no está interesado en nadie más que él mismo, cuenta con un amigo incondicional desde la infancia; Zayn Malik. La presencia de un omega le va y le viene, no le da importancia que no tenga una pareja pero nunca pondría sus manos de manera inapropiada en un omega, hasta que un día todos sus ideales y egocentrismo se vinieron abajo cuando se encontró con un par de ojos como el cielo.

Harry se encontraba en su casa, llegando de un día cansado del trabajo, ser el jefe de toda una empresa era algo agotador, el castaño estaba a punto de quitarse el saco y listo para ir a la cama cuando su teléfono comenzó a sonar, respondió molesto viendo que era su estúpido mejor amigo y colega de trabajo.

—¿Qué quieres Malik? 

—Oh vamos, no me hables en ese tono amigo, sólo quería saber cómo estabas. —respondió el moreno.

—Por favor, Zayn. Nos vimos todo el día en la oficina, nunca me hablas a menos que quieras algo. ¿Qué quieres?

—Uh, pues mira, ¿recuerdas los papeles que te tenía que dar hoy para que los revisaras y firmaras? Existe una pequeña posibilidad de que olvidara dejarlos en tu escritorio. 

—No puede ser, Zayn, era la única cosa que tenías que hacer y lo olvidaste. Ah, ¿dónde los dejaste? —habla mientras se vuelve a poner el saco y zapatos.— No, espera, ¿por qué tengo que ir yo, si tú fuiste el irresponsable que no me los entregó? 

—Porque tienen que estar leídos y si los apruebas firmados para mañana a la primera hora. Están en mi oficina, es un sobre azul y estoy con mi chico, hazme ese pequeño favor, hermano.— susurra lo último.

—Maldición Malik. Iré a la oficina, diviértete con tu preciado chico. —habla entre dientes y posteriormente cuelga el teléfono.

Solicita a su chófer y amigo Liam para poder dirigirse a su oficina por los papeles. Es una noche fría y pronto comenzará a llover, por lo que toma su abrigo largo y más cálido del clóset y un paraguas.

Después de un viaje a la oficina que consistió en básicamente ir durante todo el recorrido maldiciendo a su mejor amigo, Liam decidió tomar otra ruta para llegar a la residencia más rápido y poder evitar la lluvia, pero algo llamó la atención del castaño mientras esperaban la luz verde del semáforo. En un callejón se encontraba un chico, encorvado, tal vez tratando de poder brindarse un poco de calor, su ropa tenía agujeros y estaba manchada con lodo, pero algo destacaba y eran sus ojos azules que brillaban con la poca luz que daban las calles y la luna propia.

—Liam, ¿podrías detenerte un momento? —pidió Harry a su chófer pues sentía curiosidad por ver de cerca esos ojos.

—Claro que sí señor. 

Harry se bajó de su vehículo y se acercó lentamente al chico ojiazul, pues no sabía si ese chico era de confiar, o si lo asustaría su simple presencia. 

—Hola. —trató de hablar suave y esa mirada azul volteó a verlo con miedo. —Soy Harry, uh ¿necesitas ayuda? —por primera vez en mucho tiempo mostró interés por alguien que no fuera él y se sorprendió por ello, pero con sólo mirar a ese chico podía decir que necesitaba ayuda, su porte era frágil y algo pequeño, claramente se notaban sus costillas y detrás de su mirada asustada pedía ayuda con sólo ver sus lindos ojos. 

—N-no, todo b-bien. —mientras hablaba tiritaba del aire frío que soplaba y trataba de pegarse más a la pared, sin dirigirle una mirada, el rubio sabía que hablaba con un alfa y gracias a experiencias pasadas sabía mejor que nadie que tenía que respetar a ese alfa frente suyo.— S-soy Niall. —susurró.

angel boy; nsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora