Jerrie one shots- Jerrie Thirlwards

When I Met You

Le conocí en mi primer día en la empresa, una belleza que no pasaba desapercibida, chicos y chicas buscaban su atención, ya fuera por amistad o por atracción.

Ella iba a ser mi jefa, mi primera impresión de ella fué de rechazo, me sentía inspeccionada de manera muy atenta por ella, mi yo inseguro se sentía molesta ante su juicio, sentía que me miraba como si estuviera a punto de criticarme.

Yo no era tímida ni nada por el estilo, pero tampoco era la persona que anda entablando una conversación con todos, sin antes ser abordada.

Los primeros días llegaba muy temprano, por eso de las buenas primeras impresiones. Ella llegaba un poco más tarde, era la jefa al fin de cuentas.

Podia hablar tranquilamente con todos e incluso reírme de las bromas que los chicos compartían.
Pero cuando ella llegaba, me sentía de nuevo insegura por su mirada, trataba de no abandonar la conversación y solamente no prestarle atención. Ella contestaba algunas de mis preguntas dirigidas a todos, o daba su opinión, pero jamás apartaba su mirada de mí.
No puedo negar que esos días me arrepentía un poco de haber entrado a la empresa y saber que tendría que estar siempre con ella iba ser una tortura.

A veces quedaba con mi novio al salir del trabajo, ella se quedaba hasta más tarde, pero cuando salía seguía mi andar desde la puerta de su oficina hasta mi huida.
Muchas veces sentí que ella se quedaba cotilleando sobre mi, mi cuerpo, mis ropas o cualquier accesorio que portaba y eso me hacía sentir más insegura.

Con Jordan hablaba de que me estaba adaptando, no le decía mis molestias porque le parecía ridículo que fuera tan insegura sobre mi apariencia — Jade, eres hermosa, si alguien te ve con odio, es por envidia y si te observa de más es porque eres demasiado atractiva.—  Me gustaban los halagos de Jordan, pero cuando recordaba la forma en que esos ojos azules me miraban, no creía nada de eso, no entendía porque me importaba tanto su escrutinio.

Con leigh la cosa era diferente, le decía que me estaba arrepintiendo de estar ahí, que mi jefa era una arrogante y molesta — muchas personas por su puesto, se vuelven insoportables. Dale una oportunidad, si no logras congeniar pues buscas otro trabajo, yo te ayudo.

No tenía muchas opciones, era mi primer trabajo en cuanto a mi profesión, ser su asistente me daría más experiencia y algún día podría tener el mismo puesto que ella, tal vez ya no me miraría tan despectivamente, o es lo que yo imaginaba.

Con el pasar de los días, casi el primer mes, se formó un grupo de varios compañeros, a la hora de comida, todos estábamos compartiendo chismes en el comedor, ella entró, convivió con nosotros un rato y se fué, todos se quedaron sorprendidos, ya que casi nunca se acercaba al comedor con todos.

Al día siguiente pasó lo mismo, entró mientras hablábamos de parejas y orientación, Max, otro contador comento —por si no lo han notado, soy gay — nos reímos por su sarcasmo, todos fueron diciendo su orientación y cuando todos me empezaron a observar mi rostro se ruborizo, Perrie me miraba con tanta intensidad que sentía que también criticaría mi orientación, me sentía más pequeña de lo que ya era, logre decir — la verdad, nunca me lo he planteado, tengo novio, nunca me ha atraído una mujer, aunque jamás estaría cerrada a decir que soy heterosexual— todos se quedaron callados, sentía que asumían que estaba en el closet por el silencio sepulcral que nos invadió, hasta que Perrie hablo, con la arrogancia que la caracterizaba — pues yo soy heterosexual, a mi se me hace una estupidez eso de la bisexualidad, eso es ser mañoso.
Todos se rieron por compromiso, yo trate de ignorar esa sensación de temor y ¿tristeza? Que me invadió.
Después de eso, los días siguientes no se reunía tanto con nosotros, se volvió más dura y dejó de mirarme tan fijo. Fueron solo unas veces que yo la atrapaba mirándome, pero aparentaba mirar a la nada.