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Audífonos




Se había convertido en una rutina salir de clases, montarse en la motocicleta de Seungyoun, apretarlo contra su cuerpo y llegar a su casa para "estudiar", lo cual era todo una falacia.

Seungyoun agradecía que sus padres estén de viaje, de esta manera no preguntarían por qué pasaba tanto tiempo encerrados en su habitación.

Al principio solo era un roce de piernas, de manos, sonrisas y miradas sutiles.

Seunyoun se podía dar cuenta fácilmente de lo coqueto y seductor que podía llegar a ser el más bajo, en su mirada cargada de algo que aún no podía descifrar pero le escarapelaba la piel, la forma tan lasciva en la que mordía su labio, su piel lechosa en la que no dudaría en dejar marcas carmesí, en su cintura que sus manos podrían rodearían muy bien.

Algo que Wooseok amó y anheló por mucho tiempo, era el sonido de la sangre correr por las venas de los humanos, sin embargo poco a poco le terminó por asquear, ya no era de su agrado aquel agrío sabor. Los humanos eran... eran extraños.

Sin embargo, era casi un milagro que Han se sintiera atraído por la sangre de Seungyoun y se odiaba por hacerlo. No solamente era su sangre, era todo su organismo y no entendía el por qué, solo se dejaba hacer por el tonto humano.

Y como otra tarde se encontraba en la casa del menor tratando de enseñarles fórmulas y demás, sin embargo la mirada y labios de Seungyoun no ayudaban.

–Es la cuarta vez que te lo digo– Wooseok se golpeó la frente y como estaba recostado boca abajo en la cama del contrario, no dudó en hundir su rostro. Mierda olía a él, a toda su esencia tan masculina, no debió hacer aquello.

–Lo siento, es que no logro concentrarme–Y no mentía, Seungyoun no podía dejar de pensar en aquel sueño que tuvo, ellos dos en su cuarto, poca ropa y mucho sudor.

–Siéntate aquí tonto– El vampiro hizo un espacio en la cama e hizo subir al Cho, este del suelo, trepó junto al mayor.

–Mira, solo tienes que colocar aquí la hipo...– Las palabras de Wooseok se quedaron atoradas en su garganta al ver al contrario tan cerca de su rostro. Su vista poco a poco fue abandonando sus ojos para dirigirse a sus labios.

La atracción sexual era palpante en el aire, Han podía sentir los retumbantes latidos de Seungyoun, no podía descontrolarse en ese momento, tenía que guardar la calma.

Cho no perdería su oportunidad, no ahora, se acercó lentamente esperando luz verde por parte de su sexy tutor, parecía como si un depredador iba contra su presa, aunque la realidad hubiera sido otra.

Sus labios chocaron sin previo aviso, el éxtasis se pudo sentir en aquel electrizante roce, tal vez algo que habían estado esperando hace bastante tiempo, algo que sus cuerpos anhelaban sentir.

Seungyoun se separó al sentir dolor recorrer su organismo, quería rasguñar todo a su alrededor, hizo el intento de levantarse y salir de allí, sin embargo la sentir unas frías y pálidas manos sobre su rostro, se calmó. Volvió a poner los ojos en Wooseok, pensó que lo golpearía por haberlo besado sin su permiso, sin embargo, inesperadamente, el vampiro se acercó de nuevo juntando sus belfos.

Está vez sus labios empezaron a darle ritmo, sus lenguas se encontraron haciéndole al mayor dar un suspiro de gusto. Eran más mojados, con sonidos más obscenos.

Ciudad De Vampiros- Seungpyo/ Seungseok (X1) [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora