Amor Prohibido - Servamp - Mahikuro❤☺

Prólogo

xXx.- Ngh...ah~ Nyaa~ mgh ¡ah!...ah~ ngh...ah...¡ah~! M-más~...- gimió una ronca voz, masculina, con dificultad.

xXx.- Ja~...tendrás todo lo que quieras...- susurró una voz masculina al oído del otro.- K-Kuro...te amo...-

xXx.- Ahahah~ ¡Ah~! Ngh... ahí~ ah ah ah.-

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De seguro querrán saber como terminaron así, bueno os contaré lo que pasó.

*flashback*

Mahiru.- ¡Kuro! ¡Kuro, no botes las papas al suelo!- le gritó pasándole la aspiradora encima molesto.

Kuro.- Oí, Mahiru.- se quejó.- Ya para, eres molesto.- dijo con pereza.

Mahiru.- Eso debería decirlo yo dado que estás ensuciando el piso. ¡¿Es que lo haces a propósito?!-

Kuro.- Que molesto.- murmuró con una mirada asesina.

La mañana pasó tranquila, omitiendo la parte donde Kuro deja caer nuevamente las papas fritas al suelo y Mahiru lo golpeaba con una escoba, hacía un calor agradable y en la tarde llegó una carta de Lily, una "misión" a cuanto parece.
Pasaron el día entero en la mansión Arisuin y ahora estaban volviendo, la noche había caído y el frío se hizo sentir también. Kuro iba en su forma gatuna acurrucado en la cabeza de su Eve buscando calor aunque el frío no disminuía.

Mahiru.- Kuro, ¿estás temblando.- preguntó sobándose los brazos buscando calor.

Kuro.- Tú eres que se está congelando.- comentó acurrucándose aún más en su cabeza castaña.

Mahiru.- No es verdad.- trató de no tartamudear.

Kuro.- Mentiroso...Mahimahi.- saltó de su cabeza hasta su hombro y saltó de ahí hasta el suelo tomando su forma humana. Era de noche y pocos transeúntes aún caminaban pir las calles haciendo cualquier cosa menos irse a casa.

Mahiru.- ¿Q-qué pasa, Kuu-chan?- lo vio intento a poner las manos en sus bolsillos.

Kuro.- Esto es tan molesto que podría morir.- comentó molesto.

"Es siempre el mismo." pensó el castaño con una gota en la sien.

Mahiru.- ¿Y si te comprara ramen? Tienes hambre, ¿verdad?- preguntó ya que notó la tienda de souvenirs y ya estaban cerca de la entrada.

Kuro.- No puedo con esto.- emitió un suspiro.

Mahiru.- Vale...lo tomaré como un sí.- entró en la tienda pero volvió a salir.- ¡No te alejes!- lo señaló y volvió a entrar en la tienda.

Kuro recargó su espalda en la fría pared de mármol cerrando lo ojos mientras se abrazaba a sí mismo en un vano intento de encontrar calor, los volvió a abrir rápidamente cuando su olfato reconoció un fuerte olor a alcohol y por instinto se llevó una mano sobre su propia nariz tratando no hacer entrar ese desagradable olor en sus fosas nasales.