A tu lado -Wonho

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-"Oye, (t/n), juguemos."

Soltaste un chillido y giraste de inmediato para correr hacia él con una gran sonrisa.

-"¡Sí, juguemos, Hoseokie !"

Llegaste a su lado y te sentaste en el pasto ligeramente mojado por la lluvia de ayer.

-"Mamá me trajo esto, no se lo digas a nadie. Papá se enojara si se entera."- abrió la pequeña caja que sostenía en sus manos.

En ella había una muñeca que le había regalado por su cumpleaños y a su lado había hermosos vestidos. Sonreíste emocionada por jugar con ella, pero antes de poner tus manos en ella golpearon tus manos.

Miraste resentida a tu amigo y te cruzaste de brazos.

-"Dijiste juguemos y golpeas mis manos"

-"Lo siento, pero tu eres muy tosca y vas a romper sus vestidos."

-"¡Yo soy la que debería jugar con muñecas no tú! ¡Joohoney dice que eso es raro! ¡Tú deberías jugar con carros no con muñeca! - gritaste lo primero que se te vino, te levantaste y te alejaste de él, estabas enojada.  Wonho siempre te trataba así.

-Lo siento...-susurró llamando tu atención. Y lo miraste, su rostro estaba deprimido. Lo habías herido.

-No, yo...-trataste de remediar tu error. Pero fue demasiado tarde.

Los ojos de Wonho estaban lagrimeando y su mirada estaban en su muñeca mientras jugueteaba con sus manos.

-Papá siempre me dice lo mismo, no soy raro...

-¡Hoseok!- se oyó un llamado molesto.

-Papá - Él tembló de miedo y su sollozo aumentó.

Todos tus sentidos entraron en alerta y volviste a acercarte a él mientras fingías una sonrisa. Tu mente buscó una mentira creíble para salvarlo del castigo que le daría su padre.

-Sígueme - le susurraste antes de que su padre llegará a su lado y los observara con los brazos cruzados enojado- Gracias por cuidar de mis muñecas, Hoseokie. 

Le arrebataste la caja de sus manos y le diste un pequeño beso en la mejilla bajo la expectante e imponente mirada de su padre.

-¿Por qué estas llorando?

-Porque unos chicos los golpearon protegiendo mi muñeca. Hoseokie fue muy valiente - Inventaste lo primero que se te vino en la mente.

-¿Por qué se ve tan ileso? No mientas , (t/n)

-¡No estoy mintiendo! ¡Ese chico era débil por eso no pudo lastimar a Hoseokie! - defendiste tu posición una y otra vez.

Finalmente , el padre de Wonho se calmó y soltó un suspiró resignado, terminó por creer en tus pequeñas mentiras.

Y así anduviste salvando a Wonho por años, excusándolo una y otra vez. Tu corazón fue haciéndose más y más rígido a medida que pasaba el tiempo, poco a poco perdías las esperanzas de que Wonho se enamorara algún día de ti.

Era diferente...y lo aceptabas. Él nunca te decía lo que pasaba por su mente. Lo conocías tan bien. Unos golpes interrumpieron tus pensamientos, corriste a la puerta con preocupación y la abriste conociendo perfectamente quien tocaba así.

-¡Wonho!...-miraste sorprendida a tu querido amigo, quien estaba delante de ti con la cara magullada y labio partido. -¡Por Dios!¡¿Qué te pasó?!- tus manos cubrieron tu boca y tus ojos se llenaron de lágrimas. 

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