Prologo - un ángel.

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En una ciudad destrozada pero aun así muy movida, donde se reunía la mas grande escoria de la humanidad se encontraba un edificio. Cualquiera que lo viera diría que era un palacio. La magnifica estructura se alzaba a lo lejos toda imponente y terrorífica, contrastaba con todos los edificios modernos y de hormigón de la ciudad. Lo rodeaba lo que antes parecía un bello jardín y ahora solo era podredumbre y maleza. se dice que cualquiera que se acerque escuchara gritos de sufrimiento y lamentos.

Dentro de este lugar rodeado de resentimiento una figura con puras ropas negras se encontraba sentada en medio de un gran salón. Toda su blanca y larga cabellera caía hasta el suelo esparciéndose por este. Con sus manos juntas y mirada perdida hacia el suelo podría permanecer días completos sentada en esta posición. por lo general era bueno que esta criatura no saliera y que incluso se quedara inmóvil ya que cuando esta salía de su residencia el olor sangre, el pesar de su odio y resentimiento y ganas de matar eran tan fuertes que cualquiera a kilómetros de distancia podría sentir escalofríos.

Una extraña sombra irrumpe en el espacio de este ser, pero no hace ningún movimiento.

-señora hoy es el día.

-de acuerdo-. dice aquel ser con una voz dulce y calmada se pone de pie y arregla sus ropas. Remanga su camisa hasta la mitad de su brazo dejando ver las largas cicatrices que cubren estos. Se pone en marcha hacia la puerta a pasos calmados, atraviesa el umbral y todas las sombras de esa habitación se arrastran con ella cubriéndola por completo.

"maldigo el día en que bailamos en este salón..."

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Hace 800 años

-Hoy es día de regocijo en nuestro reino pues ha nacido bajo la estrella de la virtud su hija, majestades-. Decía el viejo sacerdote de la corte a los que parecían ser el rey y la reina de estas tierras. Estos no podían contener su emoción al ver a la pequeña. Todos los presentes le daban sus mas sinceras felicitaciones a la pareja real, pues desde hace mucho tiempo estaban pidiendo un hijo y por fin el cielo se lo concedió. Los demás sacerdotes del reino se acercaban y le dejaban regalos y bendiciones a la pequeña hasta que uno de ellos no parecía muy feliz cuando se paro en frente de los reyes.

-felicidades a sus majestades por el nacimiento de su hija-. Dijo el viejo hombre

-muchas gracias gran sacerdote principal-. Respondió la reina. El sacerdote de acerco mas a los reyes como si temiera que alguien escuchara lo que tenía que decir.

-sus majestades su hija ha sido bendecida con el alma de un ángel-. Dijo el hombre. -pero esto no es necesariamente bueno.

- ¿a qué se refiere? -. Pregunta el rey.

-Su alma podría atraer la atención de demonios, los bebes como ella no suelen vivir mucho.

Los ojos de la reina se llenaron de lágrimas, la expresión del rey fue de puro enojo, los invitados al ver esto estaban curiosos de saber que estaban hablando, pero temían acercarse.

-hay una forma de que su pequeña alteza viva

- ¿y esa es? -. Pregunto el rey.

-sellándola o creando una barrera en su cuerpo. Pero para eso la piel de la niña tiene que ser "arruinada".

El rey y la reina tenían la palabra horror escrito en sus caras.

- ¿qué tanto? -. Pregunta la reina. – con solo los brazos esta bien-. Dice el sacerdote.

-le puedo asegurar que ningún demonio será capaz de comerse su alma.

Y así fue como el día que se supone era de felicidad para mucho comenzó siendo la pesadilla de otro.

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Por otro lado, en un alejado pueblo del sur donde la nieve cubría todo, una figura igual de blanca como la nieve iba siguiendo unas líneas rojas en suelo hasta llegar a una pila de cadáveres.

-¿Esto era realmente necesario?-. Dice la joven que acaba de llegar

-Los humanos deben saber su lugar mi querido Abel-. Responde un chico sentado en el cumulo de cuerpos ensangrentados. – además esa chica quería verte muerto no es como que lo iba a lograr de todos modos, pero realmente me molesto.

-que una sola persona te moleste no es justificación para desaparecer a todo un pueblo.

-no desaparecieron, ¿no ves? Quedan sus cuerpos-. Dice el otro joven mostrando una sonrisa socarrona. Este baja de la pila de cadáveres y camina lentamente hacia Abel que se queda mirándolo fijamente.

-eres un maldito desastre-. le dice abel

- y tu deberías cuidar tus palabras conmigo.

-humph! Haz lo que quieras-. Dice la joven dándose la vuelta empezando a caminar.

-¿a dónde vas?

-a cualquier lugar lejos de aquí y de tu loca apariencia

De repente como si de un espectro se tratara el joven aparece de frente a Abel y la toma de la barbilla dulcemente haciendo que esta lo mire a los ojos que se encontraban tan rojos como un mar de sangre.

-¿estas enojado conmigo?-. Le dice el joven mientras sonríe. Abel no pronuncia palabra alguna y solo sigue observándolo. -sabes que hice esto porque te amo mucho y no soporto que alguien te hiera ¿verdad?

-sí, lo sé-. Abel suspira y baja la mirada. – pero yo se como lidiar con mis cosas también. Además, no te pongas de sentimental no es la primera vez que me voy.

-pero si la primera vez que te vas enojado.

Abel sonríe y se aleja poniéndose en marcha otra vez.

-vuelve conmigo pronto hermanito-. dice el joven

-nos vemos... mael.

El joven mira hacia el cielo y ve como una estrella brilla fuertemente en este.

-Creo que viajare un tiempo, siento que encontrare algo interesante de camino.

El nacimiento de una estrella afortunada, y un vil monstro suelto.

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Bienvenidos a cuando podamos morir 2.

-rosen.

cuando podamos morir 2Where stories live. Discover now