cuando podamos morir 2

El viajero

22 años después.

Mael se encontraba sentado frente a un estanque en la mitad de la noche con uno de sus brazos sumergido en este. Las aguas se habían tornado negras y pequeñas serpientes salían de vez en cuando del agua. Parecía que estaba teniendo una muy agradable conversación con alguien.

-se que te vi el año pasado, pero te extraño mucho hermanito-. dice sacando sus manos del agua haciendo que esta vuelva a la normalidad.

Se encuentra caminando por un espeso bosque cuando escucha lo que parece ser el sonido de caballos y una carreta. Se sube a un árbol y hecha un vistazo, resulta que parecía ser que un señor noble iba pasando pues la carreta era lo suficientemente cara para alimentar a un pequeño poblado y las ropas de los que parecían ser los guardias eran de las más finas telas.

Mael echa un vistazo y se pone a pensar cuando fue la ultima vez que se cambio se ropa. Ya el lucia como un pobre humano que como un imponente ser. A decir verdad, eso de andar de humilde y con perfil bajo eran cosas de su hermana así que cada vez que andaba con ella intentaba pasar desapercibido para evitar su molestia. El odia las cosas simples, la vida pobre, pero amaba viajar, conocer lugares y personas por lo que era un poco molesto andar con muchas cosas que le impidan moverse en su viaje.

El los siguió entre las sombras hasta que los viajeros pararon para descansar. De la carreta bajo un hombre robusto y aires de grandeza un gran medallón colgaba de su cuello y un montón de anillos hacían peso en sus manos. Una vista realmente asquerosa para mael.

-¿cuándo tiempo queda para llegar a la capital?-. dice el robusto hombre

- si descansamos esta noche estaríamos llegando en la mañana señor-. dice uno de los guardias que lo acompañan.

-bien. Ojalá y todo esto valga la pena me han dicho que esa princesa a rechazado a todo aquel que va a cortejarla.

-no se preocupe mi señor con su porte, gracia, inteligencia y riqueza estoy seguro de que esa joven majestad caerá rendida a sus pies.

Mael desde su escondite mira la escena con una mueca de asco. "que porte y que gracia. No parece inteligente tampoco" piensa. No tiene muchas ganas de nada, pero no quiere irse sin darle un buen susto a este intento de noble. "podría aprovechar y cambiar mis ropas también" asi que sale de su escondite y apareciendo frente a estos viajeros.

-quien anda ahí-. Dice uno de los de los guardias. Pero este se encoje en su lugar cuando siente el ambiente tensarse y desde las sombras ve aparecer una figura monstruosa. La figura no era muy clara y parecía crecer a cada vez. Emitía siseos y sonidos extraños mientras se acercaba. El guardia quería gritar.

-mo... de...... moni.....mons..... -. Todo lo que decía eran balbuceos y mael no podía evitar reír en sus adentros, pero de un momento a otro siente un repentino olor que le hace encoger los colmillos. ¡El guardia se había orinado encima! "asco" es lo único en lo que puede pensar en este momento así que del enojo esta extraña figura ruge tan fuerte que los otros que estaban preparando el lugar para descansar se alarmen y vayan a ver que esta pasando. El guardia por otro lado se había desmayado, su cuerpo no aguanto tanta presión.

Los demás incluyendo al noble se acercan para ver la escena, pero lo que ven los deja casi muertos del miedo.

-¡¡¡¡¡UN DEMONIO!!!! -. Grita el noble y es el primero en salir corriendo los demás corren detrás de él tropezándose en su camino.

Mael sale de las sombras con su apariencia humana riéndose a carcajadas, sosteniendo su estomago del dolor que la ha causado la risa. Se seca las lagrimas y empieza a buscar en las pertenencias de los viajeros algo que le sirva.