Quieto estoy en esta orilla,
añorando las caricias de antaño
las nubes negras que alegran mis sentidos
mis raices ésta agua habian esperado
y feliz estoy al recibir lo que me toca
Por otro lado crezco orgulloso,
presto a alcanzar el cielo
¿Qué otra aspiración hay sino ser?
Ser en plenitud
y reverdecer en cada estación
con el monzón.
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Historias de los Árboles y su amor por la humanidad
SpiritualHistorias de árboles y contadas por árboles y la tierra...