Malpensado

11.1K 803 247
                                    


Jiang Cheng en momentos como este odiaba a muerte a su hermano adoptivo. Y no solo por engañarlo y jugarle una "inofensiva" broma nuevamente, no señor, sino por literalmente haberlo hecho pasar vergüenza frente a sus compañeros de clase y quedar como un estúpido frente a su crush de hace tres años: Lan Xichen.

—¡Jiang Cheng, espera! —gritó desesperado Wei WuiXian mientras se abrochaba la camisa roja que llevaba y posicionándose frente a él, ocasionando que el otro acelere el paso y lo empujara—. ¡Auch! Eso me dolió, idiota. Recuerda el vendaje.

—¡Solo deja de ser tan tú! —. Wei Ying solo le sonrió ladinamente mientras caminaba junto a él—. Esta vez no tienes perdón.

—Para y escúchame en este momento mi querido Jiang Cheng —dijo el menor cruzando los brazos y frunciendo el ceño. El mayor le hizo caso—. No es mi culpa que tu le encuentres doble sentido a todo lo que yo haga con Lan Zhan cuando estemos a solas.

—¡Es tu culpa por haberme obligado a leer esas historias eróticas contigo desde los diez años! ¡Dios, no! ¡Ni si quiera puedo ver tu estúpida cara ahora mismo!

Wei WuiXian empezó a reír a carcajadas viendo como Jiang Cheng se empezaba a poner rojo como un tomate. Aprovechó lo cuan mal pensado era su hermano desde hace ya mucho tiempo debido a Lan Wangji y él, provocando que cayera redondo en su trampa.

Todo empezó luego de haberse echo novio oficial de su amado. El de cabellos castaños desde esa fecha se la pasaba en la casa de Wei WuXian algunos días luego de la escuela y los fines de semana, ya que no podía estar separado de él durante mucho tiempo.

Un día, un Jiang Cheng de quince años quería ir por sus galletitas de semilla de loto que había olvidado en la sala de música. Haber stalkeado de manera exitosa a Lan Xichen—el cual acababa de conocer—lo dejó totalmente hambriento. Pero no contaba con que los tórtolos—como les decía Jiang Yanli—se encontrarán allí.

—¿Estás seguro de esto Wei Ying? —escuchó a su cuñado decir de una manera más seria de lo normal—. No te obligaré a nada si no lo deseas.

—Por supuesto que estoy de acuerdo, he estado esperando mucho tiempo para que me lo pidieras.

—No me jodas —susurró Jiang Cheng para sí mismo y escuchando toda la conversación recostado en el umbral de la puerta—. No es lo que pienso, no es lo que pienso —repitió tratando de tranquilizarse.

—Primero hay que prepararnos —escuchó decir a Wei Wuxian—. Mueve tus dedos así lentamente.

—¿Así?

—Sí, muy bien Lan Zhan, ahora más rápido.

Jiang Cheng no daba crédito a lo que escuchaba. Su rostro se estaba volviendo caliente y su cabeza había empezado a imaginar cosas ¡Los depravados habían aprovechado el viaje familiar de sus padres para hacer "eso"!

—¿Te parece bien si lo hago así? —dijo Lan Wangji.

—Sí. Pero ahora tienes que tomarlo.

—Wei Ying... creo que no voy a poder hacerlo.

—¡Tómalo! —exclamó Wei WuiXian algo desesperado—. Bien, ponlo sobre tu boca.

¡Era suficiente! ¿Ponerlo en su boca? ¿Acaso ellos iban a hacer...?

—Maldito Lan Wangji —murmuró molesto e incapaz de asomarse y ver la escena—. Tengo que hacer algo.

—¡Lan Zhan, no! No lo muerdas. Mejor solo mételo de una vez. Despacio —esperó unos segundos totalmente avergonzado—. Ahora hazlo justo como te dije.

We are in love [WangXian] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora