Una carta

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Me a llegado este mensaje y la persona que la escribió me pidió que la publicará por que quería trasmitir un mensaje así que, aquí está;

Mi madre murió hace ya casi tres años dejándonos solos a mi padre, a mi hermano menor de 4 años y a mi de casi 15 años.
Él (mi padre) se volvió alcohólico pero lo compensaba trabajando duro, nunca nos faltó un plato de comida ni nada, a pesar que con mi hermanito era alegre y bromista borracho conmigo era distinto...
Él me pegaba y decía cosas horrible, aunque demostraba que no me importaban ni que le ponía atención en realidad si me dolía...

Siempre se disculpaba al día siguiente y yo le decía que no importaba pero siempre guardaba ese dolor, lloraba en silencio y empezaba a tener pensamientos suicidas, nunca me corté gracias a Dios, me parecía tonto.

Una noche se pasó y me decía cosas hirientes y golpeaba, mi hermanito nunca presenció ni escucho nada por suerte. Me dolió mucho y luego fingí quedarme dormido cosa que funcionó.

Estaba llorando en mi cama, ya todos estaban dormidos así que lloraba en silencio, me cansé, me arte, quería ponerle un final... Saqué mi teléfono y grabe un audio distinto que enviaría luego a todos mis amigos y familia, agradeciéndoles por todo. Mis ojos dolían de tanto llorar y en mi mente se repetía una y otra vez "Tendrá razón? Y si mejor acabo con mi existencia y hago mejor la vida de todos matandome" Había decidido qué si...

Pero en ese momento, exactamente el momento que me disponía a salir de mi cama para cometer mi muerte mire la imagen que tenía pegada en una de las paredes, era Jesús, me quedé admirándolo por un rato y me di cuenta que parecía sonreírme. No se si fue un sueño, alucinación o de verdad pasó pero sentí que me abrazaban y al mirar era él (Jesús), me dijo que todo sería mejor ahora, lloré en su hombro.

Desperté en la misma posición en la que lloraba antes de que quisiera pararme a cometer es locura.

Había entrado en razón.

Me sentía libre, en paz.

Mi padre se disculpó, como siempre, pero esta vez era distinto.

Hasta ahora, no a vuelto a tocar ni una gota de alcohol, y hasta ahora no e vuelto a pensar en esa locura.

Ten fe, que él te está cuidando.

-Anónimo

Lloré a decir verdad cuando la leí, por que estoy pasando casi por lo mismo y pues siempre me repito lo mismo:

“Dios manda a sus ángeles más fuertes, a las guerras más difíciles”

Bueno, tengan fe, que la fe mueve montañas y el siempre te ayuda :3

Mis locuras XDDonde viven las historias. Descúbrelo ahora