En la oscuridad

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Cada vez que me adentro en las calles de esta ciudad siento como si estuviera ingresando dentro de las fauces de un gran monstruo, preparado para despedazarme con sus enormes dientes en cualquier momento, y sí, se que puede sonar extraño, pero tengo la leve teoría de que esa sensación no se debe a la ciudad en sí, sino a los seres que se esconden en medio de las sombras a lo largo de su extensión, los cuales acechan esperando encontrar algún desdichado que tenga como destino cruzarse con ellos. De hecho, es algo que pasa habitualmente aunque la mayoría no se de cuenta, y eso me convierte a mí y a unos cuantos más en los encargados de resolver este tipo de casos.
Ahora mismo estoy cruzando la avenida de pascual, siendo las 2:26 de la mañana para atender uno de estos asuntos que me encomendaron. A medida que avanzo en mi camino veo más o menos lo mismo de siempre; las calles llenas de basura, los vagabundos tratando de mantener un poco de calor con una llama pequeña que apenas se mantiene viva dentro de un tacho de metal oxidado, un grupo de niños rompiendo los vidrios de un local para llevarse todo lo que puedan antes de que llegue la policía ( aunque siempre llegan tarde). La verdad, veo esto y dudo sobre quienes dan más miedo; si los demonios o las personas que viven aquí.
Finalmente, luego de ese deprimente trayecto llego hasta la escena del crimen. Aunque ya no hay nada que ver debido a que la policía se llevó todas las cosas relacionadas a lo ocurrido, pero yo tengo otros métodos.
El lugar resulta ser un callejón justo en medio de dos edificios medianamente bien construidos y poco bonitos a la vista al igual que la mayoría de los que hay por aquí; dentro del callejón no se puede apreciar mucho por la falta de luz, pero con solo dar un par de pisadas ya me encuentro con todo tipo de envoltorios, papeles y quién sabe que otro tipo de basura en el suelo. Pero lo importante es que justo donde estoy parado hay una enorme mancha de sangre seca, la cual puedo ver gracias a una linterna que acabo de encender.
- es un poco tarde para que andes por estos lugares niño - me dice una voz que sale desde un rincón de las sombras.
Un tanto sorprendido apunto con mí linterna hacia el lugar de dónde salió la voz para descubrir que es un viejo conocido mío, David.
- hola David; ¿ Así que hubo otro ataque, eh? - tras agarrar un cigarrillo y metérselo entre los labios me contesta -; sí, ocurrió hace unos dos días ya, la víctima está vez fue un niño; tan solo tenía ocho años, desapareció cuando esperaba el transporte escolar; la policía... Lo encontró allí donde estas parado descuartizado brutalmente.
Tras decir esto noto que se tensa un poco y se pone a aspirar el humo del cigarrillo que acaba de encender, lentamente, relajándose por completo, casi como si eso fuera un tranquilizante para él, y en parte creo que lo es.
- ¿ Dónde puedo encontrar a los que lo hicieron?
- por lo que me comentaron mis contactos están escondidos debajo del puente de la calle roca, disfrazados con los cuerpos de un grupo de vagabundos.
_ bien, voy para allá. Gracias David.
- espera- me dice todavía inhalando humo del cigarrillo- si vas solo lo más probable es que te maten, son cuatro demonios de alta jerarquía. Te sugiero que pidas refuerzos.
- no puedo darme el lujo de seguir esperando- le contesto al mismo tiempo que apago la linterna- tengo que detenerlos ahora antes de que sigan matando gente impunemente.
El se queda mirándome un rato en la oscuridad; yo lo único que veo es el resplandor rojizo de sus ojos, los cuales pareciera casi como si me mirarán con enojo o mejor dicho preocupación. Luego tan solo me dice una cosa más:
- bueno, vete, pero ten cuidado con lo que vas a hacer, los demonios de alto rango son más fuertes que los demonios menores que simplemente toman poder del cuerpo de los seres humanos. Créeme, te lo dice uno de menor rango que ellos.
Lo único que atino a decir en ese momento es una simple oración: - - gracias por la información David. Adiós...
De ese modo me alejo del callejón y me voy directo a buscar a los muy malditos demonios acompañado por la fría y densa oscuridad de la noche.

El Cazador De DemoniosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora