N i g h t m a r e ?

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Respira profundo en cuanto asoma la cabeza por el barandal, queriendo tener una mejor vista del río bajo ella. Siente el vértigo subir por su espalda al notar la importante distancia que la separa del puente en el que está; realmente era mucha, un paso en falso y no tardaría nada en viajar a una muerte segura.

Intenta calcular mentalmente la cantidad aproximada de metros que su cuerpo estaría flotando en el aire hasta estrellarse por completo, ¿Cuántos habrían allí? ¿Quinientos? ¿Seiscientos metros?, es difícil saberlo debido a la espesa capa de niebla que lo cubre. Pero ella está segura de una sola cosa; mientras más alto, mejor.

Así menos demoraría en desmayarse en el tiempo que caía al vacío, era perfecto.

Las manos le pican de la ansiedad, espera que ésta vez fuese su gran oportunidad para poder satisfacer el estrangulador deseo que la había consumido por años, y que con cada desafortunado evento que aparecía en su vida sólo provocaba que creciera más y más, hasta que alcanzó un punto en el que ya no era un simple pensamiento que cruzaba de a ratos en su cabeza... sino que terminó convirtiéndose en una demandante necesidad.

Ella jamás imaginó que su vida terminaría eligiendo ese rumbo. Extrañaba los días en que era sólo una niña, dónde lo único que pensaba era en jugar, dónde las únicas lágrimas que derramaba serían por haberse raspado la rodilla al tropezar, y dónde no conocía más allá de los colores, las caricaturas, los juguetes y los disfraces... y no la depresión, la tristeza o las navajas de afeitar.

Era lamentable, un verdadero fiasco, pero lo bueno... es que estaba a punto de acabar con ello.

De acabar consigo misma.

Procedió a cruzar una pierna por el barandal y luego la otra, quedando de ese modo sin nada que la protegiese de encontrarse cara a cara con el inmenso infinito. El viento era tan fuerte que tuvo que sujetarse de los barrotes para evitar caer, sin embargo... ¿No era eso lo que buscaba? ¿Para qué había ido ahí en primer lugar?

Trata de convencerse de que los temblores de su cuerpo se deben al frío emanante de la niebla y el agua al hacer fusión... sí, eso tenía que ser, por la culpa del maldito frío y no por otra razón que tuviese que ver con soltarse y morir... ¿No?

Dejó escapar un suspiro entrecortado, no era momento de pensar, ¡Tenía que ser valiente!, sólo era saltar y ya, no era muy complicado.

Finalmente todo acabaría.

El dolor ya no la acompañaría nunca más.

Las noches de llanto cesarían.

Al igual que las mentiras por usar mangas tan largas en verano.

Sus ojos se cerrarían, su alma volaría libre de la prisión que era su cuerpo.

Y de una vez por todas... dejaría de respirar.

Dejaría de sentir.

Dejaría de vivir.

Violet estaba dispuesta hacerlo, iba a tomar ese gran impulso hasta que sus pulmones se llenaran de agua, hasta que el frío congelara sus huesos como hielo.

Pero... a sus oídos llegaron voces.

Unas que reconocería en cualquier lado.

Miró a su derecha; Marlon, Brody y Louis se encontraban ahí, metidos en su propia conversación, con sonrisas de felicidad adornando sus rostros. Lo más curioso, es que estaban bastante cerca de ella, como a tres metros masomenos, lo suficiente para voltearse y darse cuenta de que estaba ahí, a punto de atentar contra su vida... pero ni la notaron, tal vez porque no la habían visto... o tal vez porque no les importaba.

ℰverything I Wanted  » OS «  [Violentine//AU]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora