2/2

1K 163 29
                                    


—¡No me grites KunHang!— Chittaphon tapó sus oídos ante los histéricos gritos de su cuñado, quién estaba sulfúrico en la cena que estaban teniendo para charlar el tema de Kun—. ¡Ya les dije que compré pasajes a China! ¡No entiendo tu enojo!

—Sabes que es así, déjalo.— SiCheng tomó un poco de su tecito de frutilla para luego mirar confundido a su cuñado—. Aún no entiendo del todo, ¿Vivirán allá permanente?

—No tan permanente, bueno sí, pero vendremos en vacaciones para acá o por mi trabajo.— Soltó un suspiró y jugó un poco con la carne que estaba en su plato—. Aún no le he dicho nada y compré los pasajes hace una semana.

—¿¡Le has dado una semana más de incertidumbre a mi hermano!? ¡Es inaudito!— Nuevamente Hendery se puso histérico—. Debiste haberle dicho, ¿Quién te crees que eres?

—Es una sorpresa porque antes de tomar el vuelo quiero...humm...— El tailandés mordió su labio nervioso bajo la atenta mirada de los hermanos Qian—. Quiero...p-proponerle matrimonio...

—¿¡Qué tú qué!?

.

.

.

Kun estaba mirando la televisión con aburrimiento, a veces sentía que se perdía en la charla porque estaba en coreano y se le olvidaba todo de vez en cuando, algo que lo tenía harto. Lo único que quería era volar a su país natal y quedarse ahí para siempre, estar con sus padres y lo más importante...ser feliz.

Era feliz con Chittaphon, claro que lo era, pero necesitaba su hogar, sino no sería lo mismo.

—¡Amor, llegué!

La chillona voz de su novio lo hizo sonreír levemente y se levantó para recibirlo con un abrazo de oso, hundiendo su rostro en el cuello de su amado, aspirando su rico aroma.

—Te extrañé mucho...

—Aw, yo también.— Besó los labios de su chino favorito y se apartó con delicadeza—. Iré a bañarme y me pondré el pijama, así nos acurrucamos juntitos, ¿Te parece?

Kun sonrió mostrando esos hermosos hoyuelos y desapareció tras irse a la cocina, seguramente a tomarse un vaso de leche para poder dormir más temprano, todo un bebé.

Soltó una suave sonrisa para irse corriendo a la habitación y así poder bañarse. Tenía la intención de iniciar la primera fase de su plan cuando estén los dos juntos en la cama, todo saldrían perfecto y cómo lo tenía planeado. Se ganó unos insultos por parte de los hermanos menores de su novio, pero al menos ya tenía el consentimiento y los buenos deseos de su parte.

Estaba bastante nervioso, él era muy obvio cuando mentía así que nunca le salía, solamente esperaba que esta vez Kun no se diera cuenta de la mentira blanca que le hará.

—Quiero vomitar...— Musitó caminando hasta el baño con su toalla para meterse en la ducha.

Iba a repasar su plan, a ver.

Primero estar los dos juntitos después de estar todo un día separados, luego una ronda de besitos, luego la mentira blanca y finalmente ambos durmiendo o hacer lo que Kun quiera.

Los nervios le estaban jugando en contra, tal vez todo se arruine porque su novio se daría cuenta.

Una vez listo se puso el pijama y cuando salió del baño una sonrisa se plantó en sus labios al ver a Kun acostado en la cama con el celular en mano, se veía tan hermoso en cualquier forma en la que esté, agh, estaba bastante enamorado.

home ─ kunten.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora