「 Tarjeta A M A R I L L A 〣Park Jimin 」❁

Capítulo 10 || Corazones de papel ❀

-Nana, Nana Por Dios, ¡despierta! Son las cuatro treinta de la tarde ¿Quién puede dormir a esta hora?.- la chillona voz de Jimin casi nunca me parece irritante, excepto cuando me intenta despertar de mi sueño de belleza.-

-Mhm.- murmure contra la almohada.- Jimin, deja de moverme.- pedí acomodándome sobre las almohadas buscando el lado frío de ellas.-

-Jeon Nayeon, no me hagas lanzarte agua.-

-Hazlo, así no tendré que bañarme.- respondí adormilada con una sonrisa triunfal.-

Hubiese deseado que realmente me lanzara el agua, pero no, Park Jimin se lanzó sobre mi haciéndome perder el poco aire acumulado en mis pulmones.-¡Jesús! Jimin bájate, bájate ya.- pedí golpeando sus brazos.- ¡Ya! ¡listo! ¡Estoy despierta! ¡Bájate!.-

-Déjame pensarlo.- podía sentir como se acomodaba más sobre mi.- No.- respondió luego de varios segundos.-

-¡Levántate por un demonio!.- exigí.- ¡Por favor!.-

-Amorcito, es de mala educación ignorarme y tratarme mal, este es tu castigo.-

-¿que acabes con mi aliento es mi castigo?.- pregunté intentando moverlo.-

-A que si te quite el aliento ¿no?, cosa que Kim Taehyung no ha podido hacer.- Jimin rió y por fin me dejó libre.-

-No metamos a mi futuro esposo en esta conversación.- me senté sobre mi cama viendo expectante a Jimin, quien solo veía las paredes de mi cuarto.- ¿Y bien? ¿Que te trae por aquí tan temprano?.- pregunte estirándome.-

-¿Temprano?, Nayeon, son las cuatro treinta, esto no es temprano.-

-Vale, la anestesia hizo su efecto.-

-Cierto, Sobin acabó con tu nariz.- recordó paseándose por mi habitación.- ¿cómo siguió?.-

-Pues aún palpita y me habla cuando estamos a solas, pero creo que bien.- reí.-

-Muy graciosa.- rió sin chiste.- y...¿quién te trajo a casa?.-

Oh no, otro interrogatorio de Jimin.

-Ya vas a empezar, papá.- bufé.-

-No me molestaría ser tu papi.- elevo las cejas en un movimiento coqueto.-

-Dios, no.- reí.- Taehyung me trajo, Jimin. Esto es como un sueño hecho realidad.- volví a lanzarme sobre mi cama.- él me cuida, me presta atención, me invito a comida y me llevo a un doctor. ¡lo amo tanto!.-

-Nana, él no es el único que ha hecho algo así para ti.- hablo molesto cruzándose de brazos y recostándose en el marco de mi puerta.-

-Sí, lo sé.- suspire y con impulso me incorpore nuevamente, sentada sobre mi cama con una almohada en mis brazos.- déjame pagarte por tus atenciones.- estire mis brazos esperando a que Jimin aceptara mi abrazo.-

Jimin simplemente me observo, pero no hizo nada más que eso.-¿no quieres abrazo? Oh, bueno, ¿quizás un beso?.- estire mi boca simulando la boca de un pez, sabía que a Jimin ese tipo de cosas lo hace sonreír.-

Y así fue, Jimin sonrió volteando los ojos y caminando hasta mi, lanzándome la almohada que previamente tenía entre mis brazos directamente a mi cara.