— Mi maestro... Tú...
Eres una buena persona.
Una simple frase que fue dicha en dos ocasiones diferentes. En dos situaciones que nada tenían que ver, en lugares y escenarios que nunca podrían relacionarse si eran pensados por alguien más. Excepto por él, por él, y tal vez, por su amado maestro.
La tarde que aquel día era simplemente hermosa, nada en ella la arruinaba, ni siquiera el querido llanto, nada discreto y varonil, de su maestro, de aquel que no paraba de llorar entre sus brazos, de aquel, que solo paraba cuando intentaba hablar, cuando intentaba quejarse para hacer que su alumno dejara de burlarse de él.
— No es justo, yo seria una muy mala persona si aceptara... pero... pero si no lo hago, se que estarás herido y eso es lo que menos deseo, nunca mas quiero verte sufrir, nunca mas Mob...
Y el joven pelinegro simplemente alzo la vista por un momento, notando aquellos tonos calidos del cielo al atardecer, ignorando las palabras de su maestro, concentrándose únicamente en abrazarlo, en acariciar distraidamente el cabello de su nuca, aquel que era suave y algo envejecido, aquel mismo que tanto le gustaba.
— Maestro... ¿Puedo besarlo ya?
Pudo sentir al otro tensarse, escuchando la voz ajena en una rápida, sincera pero nerviosa negativa, alegando que eso nunca pasaría, que era imposible pero, para Mob, aquellas no eran mas que palabras innecesarias. El vuelo de un ave por lo alto del cielo fue lo único que obtenía su atención por completo.
— Aquí vamos.
No dio tiempo a que el otro dijera mas, apartándose un poco, lo suficiente como para inclinarse un poco, tomando entre sus frías manos aquel bonito, ligeramente viejo, rostro llorón de su maestro, sonriendo de medio lado frente a el, notando como su maestro, por primera vez no lucia serio, avergonzado o tímido sino, confuso y ligeramente intimidado.
— Mob... Shigeo... ¿Cuándo creciste tanto?
Una pequeña punzada de dolor afecto su corazón pero poco le importo, el sonido comenzaba a envolverlos poco a poco y lo único que ahora podía hacer, era disfrutar ese momento, acercándose lentamente al otro, hasta que sus labios estuvieron juntos, iniciando aquel beso que tanto anhelaba.
Calido. Tímido, dulce, extremadamente cariñoso pero a su vez tan triste y doloroso que las lagrimas empezaron a fluir, en esta ocasión, en el rostro de Mob.
— Me tengo que ir maestro. Nos veremos muy pronto.
No dio oportunidad a mas, se separo de él mientras empezaba a caminar, mientras el paisaje a su alrededor se volvía difuso, ruidoso.
—¿Mob?
No volteo, no quería verlo mas, no en ese momento.
— Mob... ¡Kageyama Shigeo!
Extraño, aquello había sido raro, él nunca le había hablado por su nombre y menos lo había gritado en aquella ocasión, y, en un acto de masoquismo puro dio media vuelta, viendo a su maestro a puto de desaparecer, viéndolo ahora como lo había visto la ultima vez.
— Mob... Yo tambien te amo.
— Ah... N-no... Eso es imposible... imposible... ¿¡Ma-maestro!?
— Te perdono Mob...
Para cuando corrió hacia la fantasmal imagen de su maestro, el recuerdo desapareció por completo y, lo único que pudo lograr escuchar en aquella, ahora completa penumbra fuera del ruido que ocasionaban los gritos y estallidos fuera de el, fue aquella amada voz, aquella misma que tanto deseaba volver a escuchar, la misma que, de manera suave y cariñosa hablaba solo para el.
— Yo siempre te esperare aquí. Porque Mob, tú mi amado alumno, eres una buena persona.
Volvió en si cuando la barrera fue penetrada, cuando después de todo el esfuerzo de sus amigos la barrera cedió, aquella misma que lo protegía de ataques, de verlos y enfrentarlos directamente.
— ¡T-Tú! Al fin... ¡Al fin podremos vencerte!
Una suave sonrisa se deposito en sus labios y no hizo mas que alzar la vista al cielo oscurecido, a aquel que lucia tan diferente de sus recuerdos, de aquellos que solía revivir una y otra vez, sintiendo, por primera vez en mucho tiempo, que al fin podría descansar, que por fin podría volver a su amado maestro.
—¡Hermano!
La enfurecida cara de su hermano, de aquel que tambien amaba tanto, fue la imagen central en sus ojos por un momento, un justo instante antes de que todos los demás psíquicos arremetieran contra él, contra lo que se suponía aun era el "Mob" que ellos conocían.
— Vamos, es su ultima oportunidad. Veamos si su ultimo esfuerzo es lo suficientemente grande como para asesinarme, vamos, háganlo ya, mis queridos amigos, mi querido hermano.
Solo tuvo que cerrar los ojos, cerrarlos antes que dolorosos recuerdos volvieran a él; su explosión, su evidente falta de habilidad para contenerse, la rabia y frustración que volcó sobre la persona equivocada, sobre aquella misma que tanto amaba, recordando tambien, de manera inevitable aquella ultima y dolorosa sonrisa que le fue dedicada por aquel que el mismo destrozo con su propio poder, sintiendo aquella tristeza y desesperación desgarradora inundarlo de nuevo, sintiendo una vez mas el calor de la sangre ajena, el olor, el olor de la propia ahora que lo sentía, ahora que era consiente de su propio destrozado cuerpo.
— Maestro... veámonos una ultima vez... Por favor, acepta a este idiota a tu lado una vez mas.
La lluvia de aquella tarde limpio el cielo de extraña mañera, despejandolo de manera pulcra al final dejando ver, por pequeños instantes, aquellos tonos rojizos que adornaban el silencioso atardecer, aquel mismo en el que la lluvia hacia mas que limpiar al cielo, llevándose con ella lagrimas de dolor puro, de frustración, de la abrumarte sensación de no haber podido salvar a un amigo, a un hermano. Una lluvia que poco a poco, gracias a las pequeñas corrientes que se formaban, hacia correr la sangre en todas direcciones, limpiando la zona que sin esperarlo, se había convertido en un campo de batalla, dejando atrás el suave y lejano recuerdo de lo que pudo ser, de lo que pudo llegar a celebrarse, a vivirse en ese mismo lugar si tan solo todo hubiera sido diferente.
— Maestro.
— Idiota, aun eres muy joven para mi.
— Maestro.
— Si, si, lo se... vayámonos ya.
— Maestro... lo amo.
— ... Lo se. Pero no tanto como yo a ti, Mob. Mi querido y amado alumno.
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Gray
FanfictionPequeña y corta historia centrada en Mob Psycho 100. Celebremos este 5to aniversario.