Casados, unidos por una sortija y la ley, así era la relación que Kim mantenía con su esposo JaeBeom, nada más hermoso y preciado que estar unido a la personas que amaba más.
Estaban cercanos a cumplir un año, y ello lo hacía saltar de la emoción, aún podía saborear ese día como si hubiese sido la noche de ayer, tan fresco, tan bello, perfecto, no tanto como lo era JaeBeom, pero cerca de serlo porque ese día se hizo propietario de alguna manera de ese hombre que tanto amaba.
—Mark me contó algo que no puede sonarte muy divertido— BamBam vaciló un poco antes de hablar, estaban en su casa degustando de un buen café y de la nada el ambiente con esas palabras lo tornó raro, sobretodo porque le acababa de contar los planes que tenía hechos para su primer aniversario.
—¿Tan serio es?— se burló el menor tomando de su taza un sorbo y sonriéndole tranquilamente, tratando de quitar ese raro aura que se posaba ya en su casa.
—... Un poco... Si— no lo miró a los ojos— sabes que confío en Mark.
—Claro, es la base de toda relación.
—Sabes que ninguno sacaría nada de beneficio con cualquier cosa que te diga ¿Cierto?— preguntó cauteloso, observando como el ceño se fruncía ligeramente de su amigo.
—claro— soltó una risa, pensando que BamBam estaba totalmente loco, ¿por qué sacaría algún beneficio? Es más ni siquiera sabía de que hablaban— pero en serio ¿De qué estamos hablando?
—Tu esposo.
—Bien, pero ¿a dónde va todo esto?
—Primero ten en cuenta que Mark me ama, y ninguno tiene nada en contra de él— comentó tratando de sonar calmado, Kim ladeó el rostro, aún sin saber que tenían que ver ellos con su marido.
—de acuerdo, no les echaré la culpa de nada— volvió a reír, solo que ahora se sentía nervioso, su corazón latía en advertencia, y su propia respiración temblaba un poco.
—Mark hace un par de noches fue a un bar— habló— se iba a encontrar con una de las personas que le debía dinero... y vio a JaeBeom con una mujer.
—¿Es todo?— sonrió— no es para tanto, me diste un buen susto— comenzó a reírse porque a él no le gustaban las mujeres.
—YuGyeom...—tomó un poco de aire— la besó y no era cualquier beso cualquiera, realmente era un beso.
El aire parecía dejar de existir, ¿Cómo se respiraba? ¿Había aire? Porque ya no lo sentía en ningún lado.
—No, no, no, estás mintiendo— comenzó a reír, de una manera nerviosa, haló sus cabellos rubios y negó repetidamente la cabeza.
—YuGyeom... Recuerda que ninguno de los dos saca nada en beneficio con "inventarte" esto...
—largate...— dijo tratando de contener la furia, su cuerpo estaba temblando, BamBam casi podía jurar que su amigo rompería la taza que tenía en manos.
—Yu...— trató de acercarse y darle apoyo, pero rápidamente Kim le dio un manotazo.
—¡QUE TE LARGUES NO QUIERO VOLVER A VERTE! ¡LARGATE ANTES DE QUE TE PONGA LAS MANOS ENCIMA! — gritó, causando que su amigo diese un respingo y saliese corriendo de ahí.
JaeBeom no podía hacerle eso, no, seguro esos idiotas vieron mal, no, eso no podía ser, JaeBeom lo amaba, lo amaba mucho, él mismo se lo decía cada mañana al despertar, cada que lo besaba, cada que hacían el amor, JaeBeom no era capaz de hacerle algo así. No. Todo era una total confusión, seguramente era alguien parecido a él.
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poliamor; ljb; kyg; pjy
FanfictionYuGyeom estaba perfectamente en su relación, hasta que la tercera rueda entró.