─ ¿En dónde estarás? ─ la pregunta pasaba incesante en su mente.
El hombre era de ojo verde y cabellera castaña medianamente larga; vistiendo una chamarra negra de cuero, pantalón ocre sostenido por un cinturón oscuro junto con un par de zapatos que compartían el mismo color. En el cuello portaba su bufanda de rayas preferida y una tez blanca maltratada repleta de cicatrices profundas que le deformaban un poco sus facciones. Estaba condenado a cargar con ellas por el resto de sus días, impidiéndole olvidar el causante de éstas.
Recordaba perfectamente esa madrugada donde un violento escándalo le arrebató el sueño. Estando somnoliento era incapaz de comprender con celeridad todo lo que ocurría en aquel momento atinando solo a tratar de levantarse al escuchar mucho llanto y objetos romperse estrepitosamente, no supo en qué momento estaba esa silueta admirándolo desde el marco de su habitación. Jamás podría olvidar esos enormes ojos mirándole fijamente, solo conocía a una persona capaz de saltar los globos oculares de sus cuencas de esa manera que provocaba asco e incomodidad, especialmente porque esa acción era realizada con frecuencia para tratar de asustarlo.
Estaba por hablarle pero la imagen de la sonrisa mal tallada fresca a su vista con la tenue luz del pasillo y el filo del cuchillo reflejado por la misma hizo que se quedara en blanco. No entendía por qué había decidido hacer todo eso, comprendió lentamente cuando se le acercaba amenazadoramente ¿qué carajo había hecho mal? ¿En qué demonios estaba pensando? ¿Por qué?
Quizá nunca terminaría de entenderlo del todo, ¿por qué ellos? ¿Por qué él?
Si pudiese regresar el tiempo, habría rogado por reaccionar ante ese congelamiento rotundo que tuvo a causa de la confusión y el miedo. Así, ni siquiera le habría dolido la partida de Susan, era indudable que Jeffrey Woods era el causante de toda su miseria y lo odiaba hasta la médula del hueso por ello.
Comenzó así a golpear la pared repetidas veces hasta hacer sangrar sus nudillos, en el mapa que tenía sobre la cama estaba trazada una ruta marcada a partir de sus asesinatos posteriores. Era de reconocer su habilidad para escapar, sin embargo él sabía que ahora estaba en una pequeña e invisible ciudad de California.
─ Pronto te encontraré...
Su nombre fue susurrado por el viento sutilmente, esto ocasionó que volteara alarmado observando a su alrededor totalmente tenso.
─ ¿En dónde estás?
La oscuridad pareció reír huecamente.
─ Escucha atentamente lo siguiente...
(...)
El lugar no era tan diferente a cualquier otro, como cualquier región de dicho estado el ambiente era algo extremo en las temporadas más intensas como verano e invierno sin embargo lograba crear días tan lindos en sus otras temporadas que podría decirse que era un maravilloso lugar para vivir aún con la inseguridad que suele frecuentarse en esta clase de ciudades.
La luz de los postes se encendía preparándose para alumbrar la ciudad cuando la noche se ciñera sobre ella. En una de las pocas calles desoladas para ir al parque construido cerca del bosque transitaba por ahí un joven enarcando media sonrisa de satisfacción por las nuevas manchas de sangre percudiendo aún más la vieja prenda que alguna vez fue blanca.
El ambiente del sendero se sintió pesado de un momento a otro, haciendo gorjear y volar algunas aves cercanas.
─ ¿En dónde mierda estabas? ─ retumbó la gruesa voz detrás de él.
─ Encontré a una persona solitaria y tan cansada que no me pude contener en ayudarle, conoces bien... ─ no parecía tener remordimiento alguno del acto atroz que había cometido sin embargo, fue interrumpido de su perorata.
─ Te he dicho muchas veces que aquí no te puedes acercar a estos árboles, no me importan tus excusas para tratar de justificarte. No quiero oírte. ─ El husky siberiano de ojos rojos y enorme boca sonaba imponente y molesto.
─ No estoy tan cerca ─ se agachó un poco a tratar de acariciarlo sin importarle un poco.
─ No me toques con tus sucias manos. ─ bufó alejándose.
El muchacho lo hizo de todos modos, recibiendo un gruñido por parte del can.
─ Sabes bien que odio que me trates así, no soy tu mascota.
─ Oh vamos, lo adoras pequeño bastardo ─ a pesar de su caricia brusca trataba de no lastimarle tanto. ─ No entiendo porque te comportas de distinta manera con ella.
─ Ese no es asunto tuyo ─ bufó alejándose de él parando las caricias con el ceño fruncido.
─ Incluso duermes en su cama.
─ ¡Cállate! ─ alzó la voz, repugnado de su atrevimiento. ─ Trato de protegerla de ti, basura, es solo una niña que adoras dañar y si ambos no aprenden a defenderse van a...
─ ¿Qué podría pasarnos? Sabemos las técnicas para asesinar, todo lo necesario gracias a ti.
─ Lo básico ─ aclaró. ─ Matar no lo es todo en la vida, Jeffrey Woods, saben lo mínimo de ello además tienen ese algo... Puedo sentirlo... Eres carne fresca para otros monstruos si yo no te cuido, niño.
─ Sí claro ─ medio rió. ─ Demonios, ¿qué otros monstruos pueden existir? ¿Fantasmas? ¿Duendes? ¿Hadas? Esta es la vida real, todo ello no existe. Son solo cuentos para mandar a los niños a dormir, solo los demonios como tú son reales y me consta porque sé que tú existes. Eres de los más fuertes de tu especie, capaz de meterte en la mente humana y asesinar desde adentro, contigo de nuestro lado nada ni nadie podría hacernos daño.
─ ¡El punto no es depender de mí, idiota!
Las risas resonaban en la calle dirigiéndose al lado contrario del camino, dispuesto a regresar a la casa abandonada donde había instalado su hogar temporalmente añorando descansar y dormir al llegar el día sin preocuparse si la vida le seguiría favoreciendo tanto como ahora.
Estaba seguro de que ese demonio en forma de perro y la muchacha que tomó como compañera no le dejarían morir. O eso es lo que quería pensar, aunque después de todo realmente no le importaba.
◣ ◥◣ ◥◤ ◢◤◢◣ ◥◣ ◥◤ ◢◤◢
Artista: Queeniebiharuka
![](https://img.wattpad.com/cover/45971700-288-k120546.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Cazadores: bosque de asesinos.
FanfictionNo todos son elegidos a servirle, su toque les ha arruinado completamente la existencia. No importa en dónde se encuentren, serán cazados. Ellos creen que son monstruos destinados a matar sin otro propósito en la vida, necesitan un lugar para escond...