Dulce condena

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Me tienes en tu poder,

bajo tu hechizo,

en tu prisión.

Tus brazos son los muros,

de los cuales me libraré

solo por medio de caricias.

Los barrotes,

son forjados con el más puro de los amores.

Trataré de liberarme,

trataré de resistirme,

ignorarte,

luchar contra ti.

Pero al final tu vencerás.

Vencerás y yo tendré que pagar

la más dulce de las condenas.

Palabras del corazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora