10- en cuatro

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-oh~ si! Ah~ rápido!-. Gemía el azabache sobre el escritorio que tenía la oficina que tenía su novio en la casa.

Ya había pasado una semana desde la adopción del los pequeños, el padre de gold quería que su hijo pasará tiempo con ellos sin dejar el trabajo así que mando a hacer una oficina en la casa de la pareja aún vendría a trabajar al edificio pero así estaría algunos días serca de sus hijos cuando tuviera trabajos que no fueran importantes.

Lo que no contaban es del fetiche que estos dos tienen con tener sexo en el escritorio.

-amor ahg~ Kael duerme-. Dijo el albino quien tenía sus manos en las caderas de su amado, quien tenía el pecho recargado en el escritorio con su trasero levantado mientras gold lo embestia brutalmente (brutal) sobre el escritorio.

-l-lo se~ ah! Ooww~! Gold!-. Fred estaba consiente que su pequeño estaba dormido en la habitación de alado enfrente, y que su pequeña en cualquier momento regresaría de la salida que tuvo con sus abuelas, le fueron a comprar vestidos y juguetes.

-amor~ ah~-. El albino siguió embistiendo con fuerza, el choque de pieles se escuchaba por esa habitación recién amueblada.

-ah!~ ah-. Y con la corrida del albino dentro del azabache concluyó la primera ronda -vamos cariño, se que puedes dar mas-. Y comenzó la segunda.

-se supone ah qué estoy tra-trabajando-. Gold volvió con las fuertes embestidas, Fred se mordia el labio tratando de callar sus gemidos, estaria excitado a más no poder pero no quería que su hijo despertara.

-ah!~ ahi~ amor! Ah! Justo ahí!-. Fred ya tenía su cabeza recargada en el escritorio con un hilo de saliva escurriendo por este, estaba en el cielo.

-tienes el trasero tan grande fazbear-. Dijo el albino dando una nalgada en trasero del azabache, el cual soltó un pequeño grito que trato de callar mientras las embestidas seguían y seguían.

-ah~ si~ lo amww que di-digas~-. Fred ya no tenía fuerzas en las piernas, literalmente parecía un muñeco de trapo el cual gold embestida con todo lo que podía.

-vamos fred~-. El albino sujeto con fuerza la cadera del azabache, sin moverse, Fred se estaba apunto de quejar hasta que sintió una fuerte embestida que llegó incluso a mover el escritorio en el que estaban.

-ah! Aaww o-otra-. Dijo el azabache, gold sonrió y volvió a salir del azabache y entrar con fuerza. -ah! Oowwh~ si-.

Ambos estaban desnudos, la ropa estaba regada por toda la oficina, apenas habían entrado se comenzaron a besas salvajemente quitando cada una de sus prendas, hasta llegar al escritorio, donde gold tomo a Fred colocandolo recostado en este entrando de una.

-aawwh~-. El azabache se vino por segunda vez, gold sonrió y tomo el débil cuerpo de su amado colocándolo en el piso en cuatro.

-jamas emos tenido sexo en el piso, cuida tus rodillas cariño~-. Entro de nuevo en el azabache quien a duras penas se logró sostener con sus manos.

-oow~ go-gold~ si!~-. Fred tenía una sonrisa en su rostro, soltando gemidos, mientras un sonrojo abundaba en su rostro, amaba lo brusco que podia llegar a ser gold en acto.

-Entonces crees que nos puedan acompañar?-. Pregunto un castaño en el asiento del copiloto a su marido.

-eso espero osito, auque me gustaría encargar a los niños con mis padres no quiero que pienses que los vamos a regresar-. Respondió el rubio soltando una leve risa, a lo que Freddy sonrió y voltio a ver a Golden.

-eres un bobo jaja, pero tienes razon-. El rubio se estacionó frente a la casa de su hermano, bajo del auto y fue a abrirle la puerta a su acompañante.

30 Días de otp (goldxfred)Where stories live. Discover now