Enemigos con derechos h.s

Episodio 1

Un dia mas en el que estoy en clase, mirando a la nada... me es imposible atender... mi mente tiene tantas cosas que ya no caben más.

Ahora tocaba clase de Matemáticas, lo que mas mal se me dá. Y como no, el profe siempre me llama la atención ami y nunca me sé la respuesta a nada, y gracias a eso toda la clase me hace parecer la mas tonta, la pringada, la rarita

. No tengo amigas apenas, pero me es mejor, ya me es costumbre y me seria rarisimo tener una amiga cercana, digo esto porque solamente tengo una amiga pero a distancia y me duele el no poder estar con ella o el no verla, me rompe el corazón cuando hay veces que necesito un abrazo y no tengo a nadie a quien darselo o quien me lo pueda dar.

Os preguntareis ¿y tus padres qué? Simple y doloroso, mis padres están muertos. Mi padre murió cuando yo solamente tenia 5 años y mi madre murió hace 2 años, a mis 15 años.

Recordar ese momento me dan ganas de desaparecer, al igual que cuando me enteré que ella murió, si, es asi, me quise suicidar, intenté millones de cosas pero gracias a una persona aun sigo viva. Mi hermana Sarah, que ahora está superlejos de mi, ella me ayudó en su momento con todo, siempre me llama y me pregunta el como estoy, yo como siempre, miento, suelo decirle ''Estoy bien''

No soy normal, eso es obvio, mi vida es muy patética, vivo en un centro psicológico donde médicos y psicólogos me tratan y cuidan. Cuando cumpla los 18, el doctor James dijo que me iba a juntar con una persona adecuada con la que pueda seguir una vida. Nunca estaré de acuerdo con esa propuesta ya que temo a que me toque con una persona que nunca pueda entenderme.

- ¡Cynthia Jhons! es la milésima vez que te quedas atontada mirando por la ventana, ¡Atienede! - Dí un pequeño brote en la silla, y fijé mi mirada al profe, el cual me miraba con cara de asco... el profesor Eddie no me soporta y eso siempre me lo hace notar. - Lo siento señor Eddie.. - agaché mi cabeza mostrando lo mal que me sentia escuchando risas de mis compañeras/os, e insultos como tonta, retrasada, rarita, etc. Ya es costumbre escuchar este tipo de comentarios, pero igualmente duelen.

~ Por la tarde ~

Nuevamente me encuentro tumbada en la cama blanca del centro psicológico Morgan, mirando aquellas paredes blancas con fotos de personas felices y un corcho donde habia firmas de chicas que ya habian pasado por esta habitación. Cierro los ojos y mi mente siemrpe piensa en una cosa, en la felicidad que podria haber tenido al lo largo de toda mi vida y la cual no tenia.

- ¿Se puede? - preguntó el doctor James con su sonrisita de siempre.

- Claro - dije apenas con voz levantándome de la cama sin ganas.

- Mi querida Cynthia, como siempre necesito saber que es lo que has hecho hoy, como te has sentido durante el dia - James se acercó ami al verme bajar la mirada hacia el suelo tristemente y como él me conocia bastante supo como me sentía. Me tocó la cara suavemente mientras me secaba las lágrimas que caian de mis ojos. - Oh cariño... sé que te hace en falta un par de abrazos asi que yo me ofrezco en darte uno con mucho gusto. - y asi hizo, me dió un abrazo tan sentimental y con ganas que no pude aguantar más y lloré por completo.

- Bueno, ya, espero que estés mejor. - yo asentí con una mini sonrisa que me salió al momento. Verdaderamente le agradezco mucho a James, es como mi padre y el me hace sentir otra persona totalmente diferente a lo que soy yo. -¿ Eh sabes que? ¡Dentro de 2 semanas y 5 dias es tu cumple! - me informó James, al que se le pusieron los ojos como platos de lo feliz que se puso por mi. Yo hize al revés, no me alegré tanto ya que faltaba muy poquito para yo formar otra vida con una persona al que no conozco absolutamente nada.

- Ah.. - añadí con un tono de voz muy bajito. El doctor me miró y frunció el ceño asombrado por la única palabra que solté. - ¿No te alegra? - preguntó extrañado tocándose la barbilla. - Pues ya te digo yo que te gustará vivir con una familia totalmente estable y ya verás que te alegrará saber que te tocará la mejor familia solamente para ti. - añadió para intentar alegrarme.

- No lo lograrás James, jamás me gustará esta idea. Jamás. - dije negando con mi cabeza y aturdida y con temor por que ese momento llegara.

- Confia en mi. - finalizó él guiñandome un ojo y con su sonrisa vacilona, saliendo de la habitación.