él esta devuelta.

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Sus días largos eran tan monótonos. Jamás imaginó que después de salir de la universidad todo fuese tan duro. Jimin solamente se dedicaba a manejar la empresa de su padre, no importaba cuán joven y atractivo sea, no le gustaba mucho salir de casa. Y es que cuando se animaba a salir, no podía evitar ahogarse en sus penas con bastante licor. Sus amigos muchas veces intentaron ayudarlo con ese tema, pero el Alfa no podía dejar su adicción.

No.

No después de que su omega se fuera de su vida.

Aún recordaba lo tan bello que su rostro era.

Aún recordaba lo dulce que eran sus labios... la forma en la que lo llamaba por su nombre.

Yoongi fue lo mejor que pudo haberle pasado en la vida. Jamás dejaría de amarlo, de eso estaba seguro, y es que cuando intentaba olvidarlo besando a otros omegas, simplemente no podía dejar de pensar en él.

Realmente no entendía el porque decidió irse de su vida hace un año y nueve meses. Se decía que porque sus padres lo obligaron, pero si hubiera sido así... al menos se hubiese despedido.

Jimin lo llamó, incluso lo buscó por redes sociales, pero no encontró nada. Parecía que había desaparecido de la tierra. Y eso lo orillo a refugiarse en su tan amado alcohol.

—¡Jimin! —, un alocado Taehyung entró sin pedir permiso a su oficina. Rompiendo toda tranquilidad y silencio cómodo.

El rubio inmediatamente alzó la mirada de la pc y lo observó no muy contento.

—¿Qué es lo que pasa? —, Taehyung era tan hiperactivo. Jamás paraba su boca por más que le llamasen la atención.

Por la luna.

Taehyung se mordió con dureza el labio inferior mientras lo observaba. Quería quedarse callado, realmente quería. Aún no podía creer lo que había visto esta tarde.

Al principio pensó que su vista le estaba jugando una broma, pero no, no era su vista. Al acercarse un poco más confirmó que era él. Se trataba nada más y menos que el dulce Yoongi, aquel omega que todos amaban pero que solamente Jimin tenía la dicha.

Pero no estaba sólo, en sus brazos cargaba un pequeño y gordito bebé«que era tan parecido a Jimin...» Lo que más alteró a Taehyung fue la súplica en la voz de Yoongi. Le había rogado para que no dijera nada sobre el bebé.

Y eso sinceramente lo desconcertó.

El niño era hijo de Jimin, de eso estaba seguro. Eran igualitos.

Pero... ¿por qué demonios no quería que le dijera nada? ¡Jimin tenía que saberlo!

Un largo suspiro salió de su boca mientras se tallaba la frente. —Parece que hoy en la tarde vi... a... Yoongi —, mencionó titubeante. No quería confirmar que había hablado con él, quizás Yoongi planeaba encontrarse con Jimin en el momento adecuado.

El rubio platinado inmediatamente se reincorporó en la silla. Lucía sorprendido. —¿Qué? ¿En dónde?

Taehyung golpeó una y otra vez el pie derecho contra el piso. Se veía tan incómodo. —Fue hace dos horas en el museo Gyeongju...

—¿Por qué demonios no me hablaste en ese momento, Taehyung? —, Jimin se levantó de la silla con una cara para nada amigable. —¿Sabes dónde se queda? ¿Estaba solo? —, su lobo estaba tan ansioso por aquella noticia. Necesitaba buscar a su omega ya.

Pero Taehyung negó. —No sé dónde se queda, lo siendo, Jimin —, tragó grueso. Realmente quería decirle que no estaba sólo, que traía un bebé en brazos que probablemente sea de él. —Lo vi solo.

Entonces un golpe duro se escucho en la mesa. Jimin la había golpeado con el puño de su mano.

—Necesito encontrarlo —, y con aquello salió casi corriendo de su oficina.

Lo buscaría hasta por debajo de las piedras.

❏ ❏ ❏

El llanto del bebé no paraba.

Por lo que el precioso omega no dudo en tomarlo en brazos con mucho cuidado. —Cachorrito, por favor tranquilo... —, murmuró con una voz suave y melosa mientras se alzaba la polera blanca que decía FG. Con mucha delicadeza acercó a su pequeño retoño a su pecho derecho, y el bebé no dudo en atrapar el rosáceo pezón de su papá omega.

Finalmente Yoongi suspiró de alivio. Aunque para ser sincero se sentía muy nervioso desde que se encontró a Taehyung.

¿Y sí le decía a Jimin?

Yoongi sabía que no podía ocultarlo por más tiempo.

Pero tenía muchísimo miedo por la reacción de su Alfa.

¿Qué pensaría al respecto?

Seguro estaría enojado por haberlo abandonado por más de un año...

Y el bebé seguro lo alteraría.





























posdata: muchísimas gracias a todas las personas que me ayudaron a recuperar esta historia.

¡bebé sorpresa! jimsu.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora