Epílogo

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Tres años después...

Recuerdo haber pensado, el día que le dije que lo amaba, que todo era perfecto... bueno, estaba equivocado. Todo se puso mucho mejor.

Después del día de navidad no salí de la casa de Kibum, nos encargamos de recuperar todo el tiempo perdido y de empacar sus cosas. Cuando le conté de mi nuevo trabajo en Seúl, él sonrió, me besó la nariz y me dijo – Creo que es el destino.

Llegamos a Seúl y nos mudamos juntos, sabíamos que era algo pronto y arriesgado pero también sabíamos que éramos el uno para el otro. Durante ese año, Key terminó de escribir su libro, lo publicó y le fue excelente. Yo tomé la fotografía para la portada.

Taemin y Minho esperaban su primer hijo. Woohyun se casó con Sungkyu y eso inspiró a Jinki y Junmyeon a fugarse a Las Vegas para que Elvis los casara.

En el segundo año, Kibum y yo nos tomamos seis meses de vacaciones para viajar por Europa. Y ahora él trabajaba en su segundo libro y yo seguía tan enamorado como siempre.

Con cuidado llevé la bandeja de comida hacia la cama, mientras pasaba por el pasillo lleno de fotografías nuestras... ahora podía fotografiarlo, además de besarlo, tocarlo y estar con él. Puse la bandeja en la mesa de noche y comencé a despertarlo con besos en la frente, nariz y mejillas.

Abrió los ojos lentamente y me sonrió. – Feliz cumpleaños — susurré contra su boca. – Te traje el desayuno — él me dio esa sonrisa deslumbrante de la que nunca me cansaría y me dio un beso rápido en los labios. — ¿Listo para celebrar? — pregunté mientras jugaba con un mechón de su cabello. Kibum gimió.

— Sabes que odio celebrar mi cumpleaños. Además comienzo a sentirme viejo.

— Y tú sabes que no me importa. Si quiero celebrar tu cumpleaños lo hago y punto — él solo se me quedó viendo y negó con la cabeza demasiado acostumbrado a mi mal carácter y terquedad.

— Solo prométeme que no harás nada exagerado. Solo nosotros dos.

De inmediato recordé a nuestro amigos, la última vez que los habíamos visitado fue hace medio año, cuando fuimos a conocer a la bebé que tuvieron Minho y Taemin. Sabía que Kibum extrañaba a todos al igual que yo, desde que había publicado su libro no tenía que trabajar, solo se quedaba a escribir, así que solo estábamos en Seúl por mi trabajo.

— Tienes razón, necesitamos aprovechar todo el tiempo a solas que podamos, por que después de que regresemos a Busan no nos dejarán ni un momento solos — esperé nervioso mientras mis palabras se registraban en su cabeza. Dejó de masticar de repente y se me quedó viendo con los ojos bien abiertos de sorpresa.

— ¿Qué quieres decir con eso?

— Bueno, a la revista le está yendo excelente y ahora que tenemos tantos colaboradores no me necesitan tanto como antes. Estuve hablando con Baekhyun y como co-fundador ya no necesito estar aquí; con el internet puedo hacer mi trabajo desde cualquier lugar y me pareció buena idea regresar a Busan... si a ti te parece bien.

Se me lanzó encima y me abrazó con fuerza.

— Me parece excelente — me dijo con lágrimas en los ojos. — Jjong, estoy tan feliz. ¡Esto es maravilloso! Los extraño tanto y ahora podré verlos todos los días ¡Y a los niños! — y se puso a llorar.– Perdón, pero estoy tan emocionado.

Le limpié las lágrimas con los dedos y sonreí.

— No importa, me alegra que estés contento.

— Es el mejor regalo de cumpleaños.

Sonreí, no tenía idea de lo que le esperaba.

— Aún falta un poco más, amor.

Te tomaré una foto || two shot || jongkeyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora