STAY (Larry Stylinson)

Capítulo 17

Remordimiento: sentimiento de culpabilidad que tiene una persona por algo que ha hecho y que la intranquiliza.

Eso sentía Harry en ese momento, faltó a clases para evitar toparse con Louis, y de ese modo, no contarle lo sucedido. No sabía que decir o cómo actuar una vez que estuvieran cerca. Seguramente se arrepentiría y no le contaría absolutamente nada de lo ocurrido, pero en el fondo sabía que eso no era lo correcto, no podía iniciar algo con él si había una acción de ese tamaño. ¿Cómo reparas algo que inicio de la mejor manera y que por una simple noche de alcohol puede terminar? Esa pregunta rondaba la cabeza de Harry, no hallaba una posible solución óptima para su problema. La única respuesta que iba y venía era la de callar lo ocurrido y hacerse a la idea de que eso nunca había pasado. ¿Eso sería lo correcto?, ¿valdrá la pena para Harry correr ese riesgo? No creía que lo fuera, pero a falta de mejores soluciones esa era la opción más adecuada. Aun cuando sabía muy bien que si Louis se enterara de lo sucedido, todo lo que habían iniciado se acabaría en un abrir y cerrar de ojos. Harry no quería eso, sentía miedo de solo pensarlo, algo dentro de él le decía que de consumarse la relación sería una de las mejores que habría tenido nunca.

• • •

Un nuevo día y con este una nueva oportunidad de arreglar todo, o al menos, eso pensaba Harry. Llegó un poco tarde a la primera hora de clases con el maestro Ryan, él tenía una política estricta de no llegar tarde, por lo tanto, Harry no pudo entrar a su clase. Vagaba por los pasillos en dirección a la cafetería, los cuales, se encontraban en total silencio. Al entrar en ella la mayoría de las mesas se encontraban vacías, salvo por una mesa del fondo, en la cual, se encontraba una persona leyendo un libro y audífonos puestos, era Louis. Harry lo reconoció al instante, sonrió y decidió acercarse sigilosamente a él.

— ¿Está ocupado? — Harry señaló el asiento frente a Louis.

—Si — Louis ni siquiera despegó la vista de su libro.

— ¿Puedo sentarme?

— ¡¿No entiendes que dije que está ocupado?! — El tono de su voz se convirtió rápidamente en uno de molestia.

—Yo lo veo vacío — Harry sonreía jugetonamente.

Eso fue todo, la paciencia de Louis se había agotado, quien se creía para molestarlo de ese modo, a él, al capitán del equipo de fútbol, al chico popular que podía destruir la reputación de quien sea en cualquier momento.

Abruptamente cerró su libro y se disponía a entrar a en discusión. Pero se detuvo inmediatamente al ver de quien se trataba.

— ¡Hola! — mencionó Harry con una sonrisa burlona.

— ¡Harry! — Louis se mostró nervioso, pues nunca imaginó verlo a él.

— ¡Tienes muy poca paciencia! — una pequeña sonrisa maliciosa apareció en su rostro.

— ¡Y-yo... lo siento, no estoy acostumbrado a que alguien me lleve la contra!

— ¡Parece ser que soy el primero en eso, y en otras cosas! — Inmediatamente, una sonrisa apareció en el rostro de ambos, pues las memorias y sentimientos se hicieron presentes.

De un lado azul, del otro verde. No hacía falta decir algo, pues los ojos expresaban todo. Sobre todo ese amor que estaba surgiendo desde el interior de ellos, ese sentimiento que se habían prometido enterrar y nunca dejar que fuera libre.

— ¿Qué estás leyendo? — menciono Harry para finalmente romper el silencio que se había formado.

—Leo Crónicas del amor oscuro de Roberto Arévalo Márquez.