En la oscuridad de la habitacion...

1 0 0
                                    


Lo miraba, estaba allí. Permanecían en un ahora que podía parecer eterno pero ambos sabían que no era así.

El estaba allí, recostado entre las almohadas con su pelo despeinado, observándola.

Ella, con una mano en su mejilla, recorría sus rasgos uno a uno:

Memorizando el color exacto de sus ojos, acariciando sus parpados y pasando por sus pestañas, la forma de sus cejas y la curvatura de sus labios al sonreír. Todo siendo lenta y cuidadosamente archivado en el fondo de su cabeza.

Su mano descendió y recorrió su pecho, detallando la calidez de la piel desnuda bajo sus dedos, y como el eco de su risa lo hacia vibrar por las cosquillas.

El observaba sus movimientos, con duda en sus ojos, tratando de entender, mientras ella continuaba su camino lentamente.

Tomo una de sus manos y las entrelazó, para recordar como se veían unidos. Y así continuo durante un rato, el la miraba y ella se ocupaba en detallar para luego recordar con claridad. La forma de sus manos, el tono de su voz y como se movía cuando hablaba de algo que lo apasionaba...

Todo lo aquello que, ella sabia, la ayudaría a recordar una vez el desapareciera.

El representaba muchas cosas, una nueva ilusión, conocimiento, libertad, era la entrada a un universo completamente nuevo que ahora se abría ante ella dispuesto a enseñarle lo que deseara.

Podía hacerlo todo por el, y para el. Todo, menos confiar. Tenia un corazón roto fresco aun, uno que el tiempo no había podido sanar.

Solo se dedicaba a esperar, esperaba que cuando el día donde Él se iría llegara, su destrozado corazón podría aguantar lo suficiente para recordarlo con cariño pero sin dolor.

Esperaba que el decidiera quedarse.

El silencio del momento se rompió cuando una voz ronca y adormilada pregunto:—¿En que piensas, amor?










A.E.W

Nuevo universoWhere stories live. Discover now