Te Odio. Yo También Te Amo [Lukloe & Adrinette]

¿Es...?

-No, sabes que aún no podemos pensar en eso -dijo Chloé, mientras terminaba de ordenar su maleta- Aún no tenemos nada seguro. Con nuestros viajes, cada vez es más incierto lo que nos espera -se acercó a Luka y le dio un beso en la mejilla, para luego tomar su maleta y caminar hacia la puerta de la habitación

-Pero... -la miró y soltó un suspiro- esta bien, si es lo que te parece mejor, solo te pido que lo pienses bien ¿te parece? -la siguió con otra maleta en mano

La rubia asintió y continuo su camino hacia la puerta del hotel, mientras Luka la seguía para luego separarse al subir a diferentes autos; sin antes despedirse con una pequeña sonrisa.

Años después, aquella conversación solo era un recuerdo para Luka, quien tras varios años había dejado a un lado uno de sus sueños. A pesar de las incontables ocasiones en que tuvo la misma ilusión para luego terminar frustrado o molesto, aún no perdía las esperanzas de que algún día su esposa dejara a un lado su orgullo.

Ya se acercaba el cumpleaños de Nathaniel y todos sus amigos y amigas estaban preparándose para la fiesta, la cual estaba siendo organizada por Marc y Martinete; razón por la que Luka se encontraba de regreso en su ciudad.

Por otra parte Chloé aún no estaba en su casa con el, pues ella decidió quedarse unos días en casa de Rosita y Juleka pidiendo en favor que nadie supiera sobre su llegada a la ciudad.

-¿Cuando fue la ultima vez que lo viste? -preguntó Rosita, al momento de entregarle un vaso de limonada

-Pues... hace dos meses -sonrió para luego beber su limonada- Fue después de uno de mis eventos con Adrien y...

-Tranquila, eso es normal. Es momento de que hables con el y le digas lo que te sucedió -interrumpió Rosita- Tu lo conoces mejor que nadie, así que sabrás como decirle 

Mientras Chloé y Rosita hablaban, Juleka llegó con in pequeño en brazos

-Hola Chloé, ¿Cómo descansaste? perdona por no saludarte esta mañana, pero como puedes ver... cierto niño no se espero para ir al parque -dijo tras saludar a su cuñada

-No te preocupes, entiendo que el pequeño príncipe no pueda esperar con sus caprichos -dijo con una sonrisa al momento que cargaba al niño

-Bueno, te lo dejo un par de horas -dijo Juleka mientras le daba un beso en la frente a Rosita- mi hermano me llamó para que lo acompañara a almorzar

Rosita asintió y su esposa se fue. Pasaron unas horas y Chloé se encontraba en su habitación junto a su sobrino. El pequeño estaba mirando la televisión mientras que la rubia aun pensaba en las palabras adecuadas para hablar con Luka sobre lo sucedido hace unos meses atrás.

Durante una semana, Chloé había pensado en un discurso sobre lo ocurrido, pero aún no estaba prepara para la reacción de su esposo. Mientras ella se torturaba con ello, Luka estaba en un pequeño dilema; debido a que no sabia que Chloé estaba en casa de su hermana, no podia decidir si esperarla en París o ir a New York y sorprenderla en uno de los eventos que tenia junto a Adrien.

El día de la fiesta llego y Luka se encontraba con Nathaniel pidiendo disculpas porque no podría quedarse por mucho en su fiesta, debido a que tenia que irse de viaje en un par de horas. Todos los invitados llegaron, pero mientras todos disfrutaban la buena música y los bocadillos, Juleka se acerco a su hermano para llevarlo a un lugar mas tranquilo.

-¿Sucede algo? -cuestionó Luka

-Te tengo una sorpresa que...-en ese momento fue interrumpida por muchas risas y unos gritos de emoción- Bueno creo que la sorpresa ya llego

Al regresar a la fiesta, Luka vio que todo aquel escándalo se debía a la llegada de su esposa, la cual entregó un presente a Nathaniel. Todos terminaron de saludarla y fue acercándose a Luka quien la esperaba con una pequeña sonrisa, la rubia no tardo mucho para estar junto a el.