PREFACIO

104 6 0
                                    


LUGAR NO IDENTIFICADO.

Año 2020.

Ya habían pasado varios días y yo seguía luchando segundo a segundo por mi vida, estaba atada de manos así que no podía hacer mucho.
La herida de bala que había perforado mi abdomen ya ha parado de sangrar pero el dolor es insoportable a más no poder. Estaba segura de que me había causado un gran daño aunque no sepa cuál es.

No sé que hora es, no sé donde estoy y ni cuando estamos, pero estoy segura de que ese desgraciado debe estar feliz por su cometido.

Me separó de mi hogar, de papá, de mis amigos y de… Claude, Claude, Claude. –Dije mientras las lágrimas caían a chorros sobre mi rostro, al recordar lo mucho que extrañaba... El bello y oscuro gris de sus ojos que hacía que me enamorara cada vez más, su sonrisa juguetona cuando hacía sus chistes maliciosos; sus abrazos que me reconfortaba cada vez que quería morir.

No me había dado cuenta de lo embelesada que me traía ese chico.

Aunque halla pasado una mierda de cosas seguía pensando en él en ves de mi propia vida, ¿estaría bien? ¿Me estaría buscando?.

Eran las únicas preguntas que me hacía.
No sabía que hacer para poder salir de esta prisión de oscuridad que me tenía atrapada y todo por ese maldito psicópata.

Si tan solo hubiera actuado diferente y no dejarme llevar por mis impulsos, la historia sería otra. Totalmente otra.

–La puerta se abre lentamente ocasionando un chillido ensordecedor haciendo que me estremezca.

Al estar la puerta abierta de par en par, abro los ojos para poder ver al maldito que me ha secuestrado.

Al dejar ver su rostro, no podía creer lo que estaba viendo.

–¿Todo este tiempo has sido tú? ¡maldito! –mis gritos se hicieron escuchar por todo el lugar– ¿Cómo es que todo esto llegó hasta aquí? ¿Como?– La decepción, tristeza y agonía que sentía por dentro se hicieron notar en mi voz.

–¡Oh querida Charlotte! Lamento haber lastimado tu débil corazón –dijo dejando de lado el arma que tenía entre sus manos y arrodillándose para tomarme de la barbilla de una forma brusca. Su cara no emitía ningún sentimiento alguno.
Solo tenía una grande sonrisa siniestra en su rostro que daba a resaltar lo único verdadero en él, la crueldad. Satisfacción al verme en esa condición.
Es lo único que en ese momento noté.

ㅡEres un idiota, pero es mi culpa por haber confiado en ti ㅡdije con impotencia.

ㅡCharlotte, solo fuiste un juguete al cuál utilicé para divertirmeㅡ   dijo haciéndome sentir la mujer más inservible del mundo. ㅡTe utilicé para ejecutar mi plan, el cuál salió a la perfección.
Y todo gracias a ti, cariño.

ㅡ¿Porqué haces todo esto? ㅡDije con lágrimas en el rostro, no pude aguantar las ganas de llorar y desahogarme.

ㅡLo sabrás muy pronto, Charlotte…

ㅡQuiero que sepas que pase lo que pase te detendré, así tenga que arriesgar mi vida más de lo que ya lo estoy haciendo. No dejaré que te salgas con la tuya, esto llegará a su fin; eso te lo puedo jurar.

ㅡ¿Ah si? Y dime, ¿cómo piensas hacerlo niña?ㅡ dijo con confianza.

Quité las cuerdas de mis muñecas que había estado intentando sacarlas todos esos días que he estado encerrada y al fin, había funcionado.
En el momento perfecto.
Agarré la pistola que él mismo había dejado a mi lado y de un momento a otro le disparé en el hombro haciendo que pegara un grito de dolor.

Con él fuera del camino, sentí tristeza y satisfacción al saber que podría ser libre.

ㅡRespondiendo a tu pregunta: así.
Mi querido y amado, Claude.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Mar 14, 2021 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Es Nuestro Destino Donde viven las historias. Descúbrelo ahora