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POV de Lisa

La semana pasada fue una semana muy dura para mí. Consideré mi forma de hacer el trabajo, como una aventura. Una exploración del tipo de partida rival. Estaba casi convencido de que no me gustaba nadie. Pero Jennie La chica con los hermosos ojos de gato que casi causó que mi corazón saltara de mi pecho. ¿Y tenía alguna otra razón para sentirme así? Sí, pero admitiré mis delirios. Porque una vez que hablo, las palabras salen de mi boca son esfuerzo, mientras que el espacio se siente como veneno. Me conocía a mí mismo, conocía mi propia vez interior.

Las gotas de lluvia brillaban como diamantes debajo de la farola de Seúl. El sol ya se había ido. Gruesas nubes cubrían el cielo nocturno y el sonido de la lluvia sobre el pavimento rodeaba a las pocas personas en la calle. La gente hablaba al azar por la calle. Y estaba allí, para ocuparme de mis propios pensamientos. Tacones altos y zapatos planos se apresuraron por camino. Los hombres irritados podían escuchar los bocinazos de los autos. Todos querían estar a salvo. Hombres y mujeres bajo sombrillas, ansiosos por llegar a casa encontrar refugio, mientras estaba tan atrapado en mi gusto hacia el cielo.

Todos salen de la multitud para estar a salvo, yo siempre salgo para estar solo. Bajo mi lazo de pecados.

Entré en una cafetería, llamada 'Portée franche'.

Este café fue tan impresionante. El techo es del color de las naranjas de un supermercado, tiene ese aspecto brillante y el jazz sale por las puertas abiertas junto con el arome de lasaña recién horneada. Pero ahora que es casi mañana y la luz del día ha sido reemplazada por la implacable oscuridad de la noche. En momentos como este, donde dependo de mis ojos para detener el peligro, para detener la causa de mis encuentros sin sentido. La fachada es tan gris como la acera de hormigón liso a mis pies. Respiro hondo, succiono el aire que tiene una pizca de humedad y carece de fuertes lluvias y tráfico. Caminé lentamente hacia un asiento cerca de la ventana de la tienda. Casi podría ser otra temporada en otro lugar, pero no deseo estar en otro lugar. Ya lo escribí en mi corazón.  

Fue escrito en capítulos de recuerdo. Los pequeños riesgos de estar solo. No lo veo como un crimen.

Una cita escrita capturó mis propios ojos grandes y redondos. Las palabras fueron escritas con una línea plateada, depositando tantos significados detrás de la cita entumecida. 

"Siempre me gusta caminar bajo la lluvia, así nadie puede verme llorar."

- Charlie Chaplin.

Sonreí a las personas despistadas, que siguen esta cita y nunca entienden su significado real. Tal vez nadie estaba destinado a entenderlo. Pero una cita familiar para esto reformuló mi instinto.  

"Hay cientos de cosas que ha tratado de ahuyentar, cosas que no recordará y que ni siquiera puede dejar de pensar porque es cuando los pájaros gritan y los gusanos se arrastran y en algún lugar de su mente siempre está lloviendo lentamente. Y llovizna interminable.

Escuchará que ella se fue del país, que había un regalo que quería que tuvieras, pero se pierde antes de que te llegue. Una noche, tarde, el teléfono firmará y una voz que podría ser la suya le dirá algo que no puede interpretar antes de que la conexión se rompa y se interrumpa. 

Varios años después, desde un taxi, verá a alguien en una puerta que se parece a ella, pero ella se habrá ido para cuando convenza al conductor de que se detenga. Nunca la volverás a ver."

- Neil Gaiman.

Pienso en ella, pienso en sus ojos de gato con capucha. Lloran un estrés diferente, que ella asumió como papel para jugar. Era el veneno que imitaba contra sus suaves labios. Esos labios que captan un ritmo diferente cada vez que ella me muestra su odio. ¿Pero tenía una opción cuando se traba de mi corazón?. 

Pétalos de rosa .- JenLisa ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora