Capítulo 1°.- El comienzo del fin.

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(Los personajes no son míos, cada uno es de su respectivo creador y empresa animadora)

En una galaxia lejana de todo el enorme Universo, donde todo era oscuridad adornado con estrella que eran los planetas y uno que otro sistema solar, pero no estamos aquí para eso nos ubicamos en un cierta parte del infinito espacio.

Se encontraba una nave enorme que se desplazaba en busca de algo ¿pero que era?, eso se responde por los seres que estaban adentro de esa esfera metálica.

En el interior de la nave.

Se ve a un tipo misterioso que no se le podía ver, por la oscuridad y lo único que alumbraba ahí eran las luces de las computadoras y máquinas de ahí.

-Gran Turles, disculpe mi intromisión pero le tengo algo importante que informar,- dijo uno de los súbitos del cual le mostraba respeto y lealtad a la persona misteriosa que estaba de espaldas.

-Dime ¿Qué es lo que pasa?,- demandó el hombre mientras no se volteaba a verlo.

-Nuestras computadoras han registrado algo que le interesara,- dijo el tipo mientras se levantaba y tocaba unos botones de un panel, en eso la pantalla se enciende y mostraba la imagen de un planeta que a primera vista era la Tierra.

-Hmmm el planeta Tierra ¿Qué es esto? ¿Una broma?, básicamente es donde nos dirigimos,- dijo el hombre misterioso mientras su voz se volvía más seria y amenazante.

-No mi señor no es una broma, vera nuestras computadoras han registrado otro planeta que es básicamente igual a la Tierra tiene sus mismas funciones y todo, ¿no sería mejor aprovechar este planeta antes de ir al otro planeta Tierra donde se encuentra ese ser que usted llama Kakarotto, para cultivar nuestro árbol sagrado?,- contestó el súbito mientras le daba una sonrisa de respeto a su majestad.

-Por como lo propones de esa manera Hmmm...,- lo medito unos segundos para después contestar con lo siguiente,- Esta bien dirijamonos a ese lugar y más vale no me hagas que haya sido una pérdida de tiempo.

-Si mi señor!,- exclamó mientras se dirigía de vuelta a su lugar.

Planeta Tierra 2

En una ciudad más específicamente la ciudad de Tokio vemos que todo era una vida común y corriente nada fuera de lo normal, con la excepción de que algunas personas tenían un aspecto físico diferente y llevaban ropas como si estuvieran en un desfile de disfraces, eran denominado Héroes, pero no estamos para eso, nos dirigimos a una academia que parecía una H enorme por su estructura y demás cosas.

-Hey Deku-kun!,- llamó una chica de cabello castaño y de mejillas rosas, a un chico peliverde que se encontraba más delante de ella.

-Huh? Uraraka-san,- respondió el ya mencionado Deku a la chica de nombre uraraka.

-Ten se te olvidó tu libreta de apuntes de anotaciones, ya sabes esas donde guardas la información de cada héroe y su quirk,- dijo con alegría la chica mientras daba una sonrisa algo que hizo que el peliverde se sonrojara de sobremanera y se tapara con sus manos de una manera que parece muy patética.

-No te hubieras molestado de eso, pero gracias,- agradeció mientras cogía su libreta y la guardaba en su mochila.

-Apropósito sabes que mañana regresamos al bosque de entrenamiento? Al parecer Aizawa-sensei le parece un buen método para seguir mejorando más nuestras habilidades,- comentó la pelicastaña a su compañero y talvez futuro interés amoroso.

e-Ya veo...,- respondió el pupilo del héroe número 1, en eso este mira el cielo como paso una especie de estela de luz a toda velocidad, luego no le tomo importancia ya que pensaba que solo se trataba de un avión de la fuerza militar.

En otro lugar.

Vemos como la nave de Turles había descendido a un frondoso bosque que se encontraba alejada de la civilización, un perfecto lugar para esconderse y plantar un pequeño regalo para este segundo Planeta Tierra.

-Señor Turles, este es el lugar perfecto para que el árbol sagrado crezca sin problema alguno,- dijo uno de los hombres de Turles mientras, con sus dos dedos lanzo un gran ataque que hizo un gran agujero en el suelo.

-Vamos esperamos que crezcas y nos des de tus frutos,- dijo otro de los hombres que arrojo una pequeña semilla al gran agujero.

-Jajajaja! No espero a ver la cara de estos terrícolas, al observar como su planeta poco a poco se va muriendo,- se rio el malvado saiyajin mientras observa el cielo que empezaba a anochecer.

Fin de capitulo 1.

La caída y la conquista. [Cancelado]Where stories live. Discover now