- Lo siento madre, debo ir a la biblioteca ahora mismo- digo mientras beso a mamá y corro al auto. Ya sé que mentir casi nunca es lo mío, pero hoy me han llamado desde la productora porque tienen un trabajo para mi y yo lo necesito desesperadamente. Mis días en la universidad no han sido fáciles, la presión de tener que pagar mensualidades cuando no hay mucho sueldo que entre, es una odisea. Mi madre fue despedida hace dos meses y medio y aún no encuentra nuevo trabajo, y con lo que gano part-time en la cafetería de la esquina, apenas nos alcanza para lo básico. Los días pasan y me angustio más. Ojalá hoy me vaya bien en la productora a la que llegue con el dato que me dio un amigo. - Son fotos y a veces pequeños videos para publicidad- me dice, -y tú tienes buena pinta-. Y sé que no tengo porte de modelo, pero juego fútbol y me mantengo bien, además de haber heredado unos bonitos ojos azules de parte de la familia de mamá. Espero que eso sea suficiente y me sirva de algo.
Mientras me acomodo en la sala a la espera de las fotos, una chica de grandes lentes se acerca y toma mis medidas, también me hace hablar y grabar un saludo con mi nombre. - Hola, soy Louis, y me alegro de verte- digo con mi voz más amable.
Otro chico también está sentado más allá. Ojalá no elijan entre el y yo para fotografiar porque me ganaría en un parpadeo. Y es que al levantarse para ser medido lo vi gigante, tan largo de piernas como una jirafa, y cuando grabó su saludo, la piel de la chica y la mía se erizó en un segundo. -Hola, soy Harry. Me encantó verte-. Su voz tan grave y lenta. Ella suspiró y yo atiné a mirar mis zapatillas.
- Síganme por favor- nos dice la ayudante y la seguimos por varios pasillos. - Los esperan ya, suerte! - habla frente a una puerta y se va. El chico y yo nos miramos. Sus ojos esperan por un gesto mío y al no ver movimiento de mi parte levanta una ceja, yo no sé porqué. Abro la puerta y uno tras otro caminamos en medio de cortinas, lámparas y paraguas muy propios de un estudio de fotografía.
- Estás fuera?- oigo de repente, y sólo alcanzo a mirarlo de nuevo cuando un hombre, de unos 40 años, con una cámara en mano nos saluda.
- Qué bueno que llegan temprano- nos dice con voz plana, y apunta una pequeña habitación. - Prepárense- pide, mientras nos entrega una bolsa con ropa de colores blanco y negro a cada uno y camina a conversar con otros dos sujetos que preparan el lugar. No sé qué hacer.
El chico saca su polera y tira de sus pantalones en un dos por tres. Yo abro la boca. El sonríe. -Apúrate- me dice. - No les gusta esperar-. Y yo lo imito un poco avergonzado. Me entrega un pote de crema hidratante y me la esparzo en la piel tal como él lo hizo. - Queda bien con la luz- dice sonriendo, y a mi se me pasa un poco el nervio. El abre las bolsas y saca de ellas ropa interior, boxer, calzoncillos, y otros más pequeños que me hacen ruborizar. Se da vueltas y se desnuda, poniéndose la pieza más grande, y yo hago lo mismo, mirando, sólo un poco, lo bien que se ve.
- Sean buenos chicos hoy- escuchamos, mientras el hombre se arrodilla en el suelo para un mejor ángulo. Yo espero instrucciones para ponerme a trabajar, mientras veo a Harry ponerse de espaldas a la cámara para luego mirarla. Veo su cara cambiar como por arte de magia, su boca cae y se abre un poco, y aparecen músculos magros en su cuerpo, en donde antes era suave.
- Pone tu mano en su cadera y no cambies esa cara- recibo, mientras escucho algunos click sonar alrededor.
- No lo sabías, verdad?- escucho susurrar a Harry. - No tenías idea qué tipo de fotos se toman aquí- afirma. -No te preocupes, sólo somos tú y yo y nuestra piel- dice lentamente, y yo me pongo en sus manos, porque necesito el dinero tan mal, y él parece de fiar.
- Abre un poco más esa pierna Louis! Inclínate más Harry!- nos grita, y yo muero de timidez por encontrarnos tan cerca.
Los minutos pasan y cada vez nos fotografían más juntos, y ya conozco la textura de su piel y cuan suave es su cabello, y mi boca ha probado el sabor de su hombro. Harry sonríe, y me toca suave, pero sin pudor, acostumbrado probablemente a todo esto. A mi me cosquillean las puntas de los dedos cada vez más y me sorprendo gimiendo bajo cuando lo he sentido crecer detrás de mi, luego de muchas fotos en esa posición. - Lo siento- le digo, - No sé qué me pasa- y sólo susurra -Aja- como si no pasara nada.
- De frente! Mojen sus labios! Saca la lengua Harry! - escuchamos, mientras yo me sacudo entero y Harry no tarda en hacer lo que le dicen. Toma mis caderas de a poco, y nos junta. La piel de nuestras piernas chocan, su bulto en mi ombligo me hace estremecer, y su lengua roza mi mandíbula. -Oh por Dios! - susurro, mientras mueve su lengua despacito hasta tocar mis labios. Yo lo miro, y mis ojos le preguntan tantas cosas que no estoy seguro que me entienda, y es que no comprendo como siento volar los botones cuando casi estamos sin ropa, cómo funciona el mundo si al no buscar igual encuentras.
- Segundo nivel- nos ordena el hombre, y yo sólo siento la boca de este chico hermoso sobre mi, saboreándome, acariciando mi lengua y mis dientes sin compasión, chupando mi piel hasta ponerme duro. Gimo suave, no me atrevo a más, y sin embargo es suficiente para escuchar en mi oído su voz calmante diciéndome que no me asuste, que somos los dos y que le encanto entero. Yo sonrío en el beso, sintiendo como sus grandes manos bajan hasta tener atrapadas entre ellas mi culo. Besa mi cuello y yo gimo, aceptando como poco a poco mi ropa interior cae sin hacer ruido, mostrando mis mejillas extendidas y también mi entrada. - Quisiera verte ahora- gime Harry. - Quisiera rozar tu entrada con mi lengua- . Siento que alguien que no es él vierte un liquido tibio en mi canal, y luego los dedos de Harry lo recorren suavemente, haciéndome estremecer. Hace círculos en mi agujero hambriento y me pide despacio - Puja para mi bebé, se verá hermoso tan mojado y abierto- . - lo abres y lo cierras como si quisieras comerte algo rico- me dice, - tal vez una polla grande y gorda, tremenda, como la mía-. Cierro los ojos, no sé sinceramente si alguna vez podré abrirlos de nuevo, no sé si mi boca dejará de jadear y mi polla suspenderá su llanto. Y los siento entrar, de a poco, uno, dos, dentro y fuera como una caricia, atrapando más nudillos cada vez, entrando y estirando, exponiendo mi hoyito a todo el mundo, a todo aquel que mirará a través de la pantalla, y me acuerdo de pujar mientras Harry me dice que nos vemos hermosos, tan expuestos, magníficos todos húmedos y calientes. - Me encanta tu culo- me dice, -lo quiero para mí bebé, puedo? - y yo respondo de inmediato porque ya no sé pensar en nada más que en él tomándome, estirándome hasta el punto del dolor. Toma mi cara entre sus manos y me besa otra vez, mientras yo bajo su boxer y toco todo aquello que quiero.
Lo siento besar mi polla y chuparla, cubriendo todo de mi con su boca roja y suave, marcando con dientes sus lugares favoritos, con los ojos jade lágrimeando de placer, llevándome poco a poco cerca del límite. Yo sólo boqueo sin sentido, dándome la vuelta para entregarle mi culo, para que lo coma y lo disfrute como quiera, y me meta la lengua hasta hacerme llorar.
- Sabes tan bien bebe, tan rico para papi.- yo sólo abro la boca, mudo. Y lo siento alzarme hasta enredar mis piernas en sus caderas, y lo escucho gruñir como un bruto, fuerte y alto mientras mete su glande del porte de una gran ciruela en mi culo. Yo grito y me desparramo en su vientre en largas tiras de leche blanca, eternas y brillantes arrancadas de lo más profundo de mi, en medio de palabras inconexas y vibrantes que hablan de un papi y de un amor y de no sé cuántas locuras más. Y su fruta entra y sale de mi partiéndome como no sabía, y tratando de seguir su camino a través, pero mi estrechez me hace gritar de nuevo, agudo y rápido, - Por favor, por favor papi! - y ya no sé porqué ruego. Y lo siento inclinarse un poco conmigo en sus brazos , metiendo su polla dura y brutal en mi cuerpo, estirando mi agujero hasta partirme. Y gruñe y grita placeres que beso, y también llora su camino al orgasmo a viva voz porque nada se compara y porque nos encontramos y porque pudimos enredarnos sin siquiera soñarlo. - Mío, mío- grita, mientras acaba. -Tuyo- le contesto en el oído, sólo para nosotros dos.---------------
Gracias por leer. Me siento inmensamente contenta de poder compartir mi amor por Harry y Louis.