capítulo 1

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—Vamos, ChanYeol —lo alentó su amigo en voz baja—. Puedes hablar con él, no te morderá. ¿Qué es lo peor que podría pasar?

Dos chicos de juventud clasificada en diecisiete años se encontraban en una pequeña tienda de conveniencia. La época de exámenes tormentaba a Park ChanYeol y Kim JongDae, pero esto no los detenía de ir a aquella tienda para ver al encargado, por quien el primero estaba perdiendo la cabeza. Fingiendo estar buscando algunas bebidas energéticas, ambos estudiantes mantenían una conversación algo secreta, algo secreta ya que la voz de JongDae se hacia mas alta en forma de desesperación al ver que las piernas de ChanYeol no se movían en dirección a la caja registradora.

—No se que decirle sin sonar como un idiota, joder —murmuró el más alto, abriendo los ojos un poco mas de lo normal, para luego soltar un suspiro de su parte—, es tan lindo.

—Puedes empezar diciéndole ello —rio el bajo, con una risa burlona—. No lo sé, solo dile que te gusta su tono de cabello. Es de lo que me has estado hablando desde hace unas semanas ya.

El encargado y único empleado en aquella pequeña tienda había llamado la atención del chico de grandes orejas, desde su primer día de trabajo ahi. Daba sonrisas, consejos, se veía jodidamente adorable en su uniforme, su cabellos teñidos en rubio era ese detalle que le encantaba, el que no tuviera miedo a expresarse. Él era la única razón por la que ChanYeol se dirigía a este lugar después de la escuela, con la compañía de su mejor amigo presente, claro, solo no podría sobrevivir. Él era lo único de lo que deseaba hablar y pensar, JongDae lo consideraba normal por su parte, ChanYeol no había mostrado interés alguno en alguien desde hace mucho tiempo, por lo cual los sentimientos que había desarrollado por el rubio le parecían demasiado puros, sin embargo tenia que darle algunos empujones a su amigo para que lograr acercarse. Como hoy.

Después de quejas y varios «MinSeok me esta esperando en la cafeteria de la escuela», ChanYeol tomo una vez mas cualquier vívere que encontrara, que no lo pareciera ver como un loco o depravado. ¿Que producto fue seleccionado hoy? Un café helado en una lata de color verde. No era un gran fanático del café, pero le pareció original y profesional, tenia diecisiete, el cajero probablemente más de 18, su imagen tendría que ser madura para causarle una buena impresión, ¿quién se lo dijo? él a su mismo. Tomo aire, cerró los ojos durante tres segundos y fue dirigido a la zona de pago, JongDae le dio un pequeño golpe en el hombro y una sonrisa acogedora. Justo a medio pasillo, el más pequeño corrió hacia la puerta y su plan estratégico salió a flota.

—ChanYeol —dijo llamando la atención del menor—, MinSeok esta por aquí. Nos vemos mañana ¿si? —el mencionado voltea rápidamente su cabeza y abre sus ojos en modo de indignación y pánico, más una cabeza que se movía en forma de negación. Le otorgo una sonrisa y desaparecion por la puerta de vidrio, pero no se cruzo la calle sin darle unos pulgares arriba y articular con sus labios «¡Buena suerte!».

ChanYeol trago saliva, solo eran él y el chico en el que no dejaba de pensar. Al voltear la cabeza en dirección a la caja registradora, vio como el chico se encontraba escuchando música con auriculares en cada oreja, leyendo una revista de algún grupo cualquiera. Tomó algunos pasos lentos, sentía como su corazón empezaba a latir mas fuerte y como su cuello quedaba tieso. Ya al haber llegado, el —probablemente— mayor de dieciocho noto la presencia del más alto, retiro sus auriculares, guardo su revista y en menos de un segundo recibió al estudiante con una sonrisa de oreja a oreja, gesto que altero aun más sus nervios y aumentó su calor corporal que podia notarse al observar sus mejillas.

—¿Un café helado? —preguntó el empleado al ver lo que ChanYeol tenia en las manos, ya que se había olvidado dejarlo en la mesa para que el primero pudiera escanearlo. Asintió de una forma algo brusca y luego extendió la mano, y el mayor tomo la lata— Creo que eres el octavo estudiante que compra uno de estos hoy —continuo con un pequeño comentario—, esta época del año debe ser muy estresante para ustedes, ¿no?

—Sí, algo así —contestó ChanYeol al fin, para después aclararse la voz. Al haber escaneado el vívere, el cajero le explico a ChanYeol sobre la pequeña promoción que tenían en chicles, diciéndole cuales le recomendaba siendo sus favoritos. Con una pequeña sonrisa que se atrevió a darle, continuo y le dijo—. Llevare cinco —mientras registraba cada una de las pequeñas bolsas de chicles en el sistema de pago, ChanYeol no podia dejar de mirarlo y analizar su rostro, sabia que debía parar ya que parecería un depravado, pero al mismo tiempo no era lo que quería hacer—. Me gusta tu cabello, es muy bonito.

La sonrisa del encargado se desvaneció y justo al registrar la rebaja en el sistema devolvió su mirada a ChanYeol una vez más. Este temblaba de miedo y estaba maldiciéndose a si mismo un millón de veces en su cabeza, ya que lo que a su parecer era un cumplido y lo que en realidad pensaba de sus cabellos rubios, sin embargo por algunos segundos pareció todo lo contrario a un alago, hasta que el mayor respondió.

—¿Eso crees? —preguntó con una sonrisa aún más grande— ¡Muchas gracias! Pensé que lo había dañado en vano —rio un poco a lo que ChanYeol solo observo lo adorable que era su risa—. ¿Quieres una bolsa?

—Claro —respondió rápidamente, estaba sintiendo que le estaba quitando demasiado tiempo. El contrario le otorgo la pequeña bolsa trasparente con todos los víveres dentro, sonrío levemente esta ultima vez y dijo «¡Suerte en tus exámenes!», ChanYeol se fue de ahi lo mas rápido que pudo, cruzo la calle y luego se sentó en un banco al lado de una anciana. Fue ahi en aquel momento donde analizo toda la situación, como había dicho el comentario de su cabello, como le sonreía y como ahora no podia fallar en sus exámenes para no defraudarlo—. BaekHyun —y por supuesto que hoy pudo alcanzar a leer la pequeña tarjeta de presentación con el nombre del empleado que cargaba consigo todo el tiempo. Su nombre era BaekHyun.

+

Había pasado un mes desde que ChanYeol dejo solo a BaekHyun en su apartamento de pareja. Muchas cosas habían pasado, BaekHyun se declaraba así mismo como padre soltero ya que no era capaz de contactar a ChanYeol; y si somos honestos, trataba de recordarse que es lo mejor para ambos estar separados, el menor mucho menos se molestaba en aparecer o dar señales de vida, acción que le dolía, pero «Estás mejor sin él y él mejor sin ti». Su barriga seguía creciendo. Ya teniendo seis meses de embarazo le era difícil poder seguir trabajando en la tienda de conveniencia, no solo porque su jefe era un hijo de puta, pero si por su condición en sí. Recordaba las palabras de ChanYeol tratando de convencerlo en renunciar, mientras perdía la mirada entre las latas verdes de café helado en la nevera que estaba justo al frente de la caja registradora. También uno que otro recuerdo cruzaban por su mente, en especial ese de cuando tenia veintiún años, y alguien alago su cabello.

—¿Rubio? —una leve sonrisa se formo en sus labios, después de murmurar para si mismo, al mismo tiempo que tocaba su cabello negro con la yema de sus dedos.

4 months ; chanbaekDonde viven las historias. Descúbrelo ahora