Parte 11

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-¡El Trece de la Suerte está en nuestra casa! No puede ser. ¡Joder, no puedo creérmelo.

-Ese fue el apodo que me pusieron los periódicos.

-Dijeron que a las doce de la noche de tu decimotercer cumpleaños se le agotó la suerte. Y comenzó la tuya.

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