「Sr.Psicólogo」

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Raúl, mejor conocido como Auron en el pequeño pueblo de karmaland subía las escaleras de su casa hasta la entrada para poder salir, el día pintaba de maravilla y aquélla mañana por alguna razón no podía sacar la sonrisa de su rostro, su corbata bien puesta, su camisa blanca bien planchada; esa linda mañana tendría un par de consultas que atender, aquello le alegraba bastante, ayudar a los ciudadanos del pueblo y a sus amigos, y héroes también lo alegraba.
la primera consulta, con el tímido y amigable Mangel, ¿que podría acomplejar al agradable muchacho? las preguntas de Auron al respecto serían contestadas muy pronto.

ー¡Mangel! ーsaludó al chico a penas lo vio llegar a los terrenos de su casa. ーhola Auron. ーsaludó en un bajo tono de voz mientras el contrario le indicaba la entrada al consultorio, ambos subieron el ascensor en una pequeña charla.

ーsiéntete cómodo. ーpronunció el mayor indicándole el asiento donde se podía sentar, el joven asintió y se sento frente a psicólogo.

ーahora que estamos un poco más cómodos, cuéntame, ¿que sucede? todo queda entre estas cuatro paredes, tú y yo. ーafirmó el de cabello un poco largo mientras sonreía, y Mangel pareció tener un pequeño impulso, porque sus ojos se aguaron y dieron paso a los problemas que ahora cargaba.
una hora de consulta bastaron para poder entender el problema a profundidad, el chico estaba cansado, hasta asustado se podría decir de su pareja Lolito, y tenía completo terror a separarse de él. el profecional dió paso a sus ayudas, y afirmó que haría lo posible porque aquella relación terminara.
el tiempo se había terminado, por lo que su paciente le dió el pago a su ayuda, y se retiró del lugar.

ーotro cliente satisfecho. ーmurmuró Raúl con un aura de positividad, el siguiente paciente no tardaría en llegar; Luzu, el cuál por otro lado caminaba a casa de Auron inventandose para sí algunos problemas en los que el psicólogo pudiera ayudarlo, realmente no sentía necesario ir a aquél lugar por una verdadera consulta, pero solo pensar en ver a el hombre que lo tenía completamente enamorado le daba ganas de volverse completamente loco solo para cruzar sus ojos con éste y escuchar su armoniosa voz.