En una pequeña pero muy conocida región se comenzaron a surgir rumores de una enfermedad "maquiavélica". Según los rumores entre pueblos, se decía que ésto se venía dando desde los tiempos de la prehistoria, otros decían que se trataba de algún plan de una secta y otros tantos argumentaban que era una posible nueva enfermedad por culpa de los tóxicos y el ambiente. Ésta dichosa enfermedad únicamente afecta a personas que nacen con una extraña mancha con forma de luna en su espalda, brazos, piernas o cuello.
Los avistamientos de éste tatuaje natural se comenzaron a dar en distintos continentes y la fama comenzó a crecer y hablarse hasta entre jóvenes.
Espiritistas afirmaron que es un símbolo del más allá y que toda persona con ésta marca está maldita.
El nombre conocido para tal extraño padecimiento adoptó el nombre de "Cristal Moon".
Desde que se confirmó su existencia y un título para mencionarlo, personas en todas partes empezaron a inquietarse y hablarlo por todas partes. Ésto llegó a oídos de empresas farmacéuticas y centros de investigación los cuales comenzaron a abrir un análisis al asunto.Afortunadamente (para ellos) éste caso ya tenía a varios registrados que padecían las características informadas.
Lamentablemente, era tan delicado éste asunto ya que, la mayoría de las víctimas fallecían en edades jóvenes. El registro más drástico fué de un chico americano de 24 años y a esa edad aquel jóven ya se veía acabado.Entre todas, Cristal Moon fué oficialmente considerada una de las peores enfermedades que un humano puede tener.
Combina comportamientos mentales y físicos muy agresivos en la mayoría de los casos. Algunos pacientes hacían todo tipo de actividades peligrosas para deshacerse del dolor.La adaptación de éste nombre a la enfermedad misteriosa fué otorgada por una santera que confirmó que "El cuerpo se vuelve frágil por culpa de la noche". Cómo bien está la forma, las alteraciones se manifestaban en la noche que durante todo el día. Lo que ésta "bruja" intentaba convencer era que la manipulación de aquellos niños era tan frágil como un cristal al igual que su cuerpo.
Según anécdotas de algunos; la cicatriz en forma de luna comenzaba a dar efectos cuando ésta empezaba a dar ardor a quién la tuviera. Posterior a eso, habían distintas afectaciones (dependiendo de cada uno).
Éste nuevo y alarmante diagnóstico llegó a todo tipo de medios y en la prensa ya se oía a expertos hablar acerca de la veracidad o falsedad que la enfermedad traía consigo. Nunca se ha logrado avistar los tratamientos que se hacían en las clínicas especialistas y mucho menos se veían a los pacientes una vez internados en ésta y los doctores se negaban a argumentar algo para calmar a la sociedad. Supuestamente debían ser delicados y meticulosos con la investigación y tratado de los pacientes pero... Ésto simplemente incrementaba la intriga y el pánico.
Según algunas personas que lograron vivir en presencia de un afectado por Cristal Moon, mencionaban que el cuerpo y mentalidad del menor se iba quebrantando cada vez más y ésto lo conduciría hasta el punto que lo llevaría a distintas alternativas: Locura, suicidio, homicidio o incluso puede terminar en el hospital antes de todo lo anterior mencionado, ya que la enfermedad se propaga en la piel; empieza a afectar las extremidades. Un sinfín de versiones oscuras.
–Y... Díganos, señora Marcia, ¿Cuáles son los comportamientos que usted ha observado en éstas víctimas?– comentó aquel reportero.
Después de un largo silencio la señora habló– Es... Simplemente devastador. Esos pequeños están condenados a la miseria. Si de verdad los vieran, sus ojos tristes y apagados, sus cuerpos todos delgados, los huesos se les notan, uno casi me intenta matar con un trozo de vidrio del vaso de agua que le dí y... – la mujer ya no podía continuar pues las lágrimas habían empezado a brotar sin que ella se diera cuenta. De verdad que era agotador poder salir de ese lugar sin un posible trauma.
–Muchas gracias, señora Morales. Bueno Miguel, ya pudiste oír cómo está la situación en la clínica Kimber Ball, la tan mencionada enfermedad está convirtiendose una amenaza para la sociedad. Pobres niños. A todos aquellos que nazcan con ésta lamentable enfermedad, mi más sentido pésame; Volvemos contigo, Miguel- –la voz de aquel reportero había dejado de sonar pues el televisor había sido apagado.
–Menuda basura, ¿Cómo se atreve a lamentar que niños están luchando por vivir de eso?, Es como si dijeran que ya están malditos– reprochó un chico de cabellera castaña y ojos miel.
–Técnicamente lo están, Alan– mencionó un hombre de unos treinta años mientras cortaba finamente su platillo de carne.
–¡Papá!, ¿Estás de su lado?, ¡No es posible!– se quejó el mencionado.
–Alan, mi niño. Cálmate, estamos comiendo– articuló serena una mujer de labios anchos y melena rizada.
–Lo siento mamá es que... Ya estoy harto de las mentiras que dicen en la televisión...– respondió más tranquilo el menor.
–Yo lo sé pero... Tengamos un momento de paz, recuerda que estamos en época de navidad y... Una sorpresa se viene. Alégrate un poco– mencionó la dama que daba suaves caricias a su muy notorio vientre abultado.
–Tienes razón– Alan al escuchar eso, fué con su madre para abrazar a ésta y a su hermano que venía en camino y ya pronto estaría con ellos.
Muchos intentaban aguardar la calma en busca de una respuesta lógica a la situación pues, al ser algo desconocido, nadie podía tener la razón absoluta sin previa investigación.
Por otro lado, varios quedaron asombrados y aterrados por el nivel de peligrosidad que se podía confirmar. Tanto disturbio empezaba a causar que en los los hospitales se exigió que se comenzara a revisar a cada bebé que nacía por sí en su piel no había alguna sola marca de una luna.
Una gran cifra en la disminución de nacimientos había sido registrada. Las parejas ya tenían miedo de tener un bebé y que éste pudiera nacer "maldito".
Inclusive en las calles se adjuntaban las personas para hacer manifestaciones en busca de respuestas. Entre ésta multitud se hallaban algunos que tenían la famosa marca, otros se tatuaban la luna por apoyo a los tantos niños que la tienen. Las marchas se enfocaban en el apoyo hacia el desprecio que se le tiene a las indiscutibles muertes.
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CRISTAL MOON
Teen FictionUn padecimiento extraño, un futuro incierto. El destino siempre intenta jugar en contra de nosotros y cualquier plan puede dar cambios drásticos a nuestra vida. ¿Es posible que algo pueda pasar si una persona tiene sus días contados?