Ruta 5 (TianShan)

Único

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21 de Diciembre

"Cuenta la leyenda que, si el dia veinticuatro de diciembre a las doce de la medianoche, pasas por la ruta 5 cercana al rio, encontraras aquello que mas felicidad te trae"

Cerro el libro que aparentaba estar leyendo, y miro con una ceja levantada a su amigo quien le contaba tal leyenda. 

—He Tian, hay que intentarlo —Con los dedos de su mano derecha, empezaba a contar los dias que faltaban para que tal fecha llegara, concluyendo en unos tres días sin contar el que estaban viviendo—. Tal vez asi te cambia la cara de idiota que traes.

—¿Quieres morir, Jian Yi? —Sonrió de manera escalofriante, fijando sus ojos en los del peli-blanco.

—¡Zhan Xixi! —Se dio la vuelta, encarando al nombrado quien le dirigio una mirada—. Vayamos, si~

—Yo pensaba que cenariamos en la casa de He Tian —Respondió, devolviendo su mirada al libro de matemáticas que tenia abierto sobre su mesa.

Algo desmotivado, Jian Yi apoyó su menton sobre la mesa, resoplando en el proceso.

—Pero no hay problema en comer y luego ir a la ruta 5 —Siguió hablando Zhan, jugueteando con su lápiz entre sus dedos mientras se debatía en el resultado de una ecuación—. Pero aun queda una cosa y va ser complicado.

—Convencerle —Completaron los últimos dos ya sabían a quien se refería.

En ese momento, como si lo invocaran (cosa que era algo cierta gracias al poder de los mensajes de texto), Mo Guan Shan llegó con fastidiado ante la llamada.

Los tres, estaban conversando en el aula vacía que ahora casi les pertenecía.

—¿Por qué me llamaste? —Mo, se acercó con las manos en los bolsillos, sentándose a un lado de He Tian, dejando la mochila que traía sobre la mesa—. No tenía ganas de verles la cara hoy.

—Hola pequeño Mo.

Le levantó su dedo de en medio y abrió la mochila, sacando del bolsillo más pequeño un sándwich.

Dando el primer bocado, se sentó a un lado de He Tian.

Se removió incómodo sobre su silla al notar como los chicos empezaban a quedarsele mirando.

—¿Que demonios miran?

Mantuvo su postura floja y volvió a saborear otro pedazo de su emparedado.

No sería cosa fácil convencerle, este ya había aceptado (a regañadientes y amenazado por el diablo) a ir en navidad a casa de He Tian, para cocinar la cena.

Y esposo no había sido hace menos de un par de horas.

—Queriamos ir a un lugar —Empezó a modular Jian Yi algo nervioso pero sin  dejar su modo burlesco de hablar—. Después de la cena.

—Vayan ustedes, yo paso.

Una respuesta corta y sin ningún insulto de por medio.

—Pero queremos ir contigo, Mo —Insistio Jian yi, haciendo un puchero con la boca.

Negó la cabeza y terminó de comer su sandwich. Se estaba empezando a fastidiar.

—Ya respondí, pedazo de mierda de pájaro.

—Pero así no será divertido

—Tengo cara de payaso, jodanse entre ustedes, no me metan —Se levantó de su silla, mientras se ponía la mochila de nuevo en su espalda—. Yo solo iré a cocinar y luego volveré a mi casa.