*ೃ࿔Amor De Invierno

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Un amor de invierno es aquel dónde quieres pasar la mayor parte con esa persona querida, viendo películas, abrazados entre mantas, tomando chocolate caliente, haciendo chistes, y comiendo entre risas,quizás bailando juntos, cerca de una chimenea, admirando la nieve y como está cubre el suave pasto cubriéndolo de una capa blanca, todo eso se imaginaba jungkook, un joven de 20 años solitario,amargado para su joven edad,tan frío como el mismo invierno, cómo alguien como él,rico,joven,apuesto estaba sólo en plena víspera de navidad,sin un alma que lo acompañará sólo su perro nieve, el cual lo había bautizado así por su único color blanco y sus hermosos ojos azules cuál zafiros que brillaban en la oscuridad,cansado de ver a la gente pasar tan felices con sus parejas decidió ir a tomar un paseo.

Así que tomo sus mejores ropas,junto con sus llaves y la correa de su perro para así salir a pasear, estaba tan tranquilo paseando a nieve,cuando de repente el perro se tiraba de su correa haciendo que su paso se apresuraba, después de una carrera agotadora, al final del camino se encontro con una cafetería,decidió entrar para así calentarse, pero cuando vio un letrero dónde prohibían las mascotas, decidió marcharse, nieve nunca se separaba de él, ya que siempre lo llevaba a todos lados, así que decidió seguir su camino junto con nieve, pero lo que no se dió cuenta fue que alguien que estaba adentro lo vio, sintiendo algo de lástima por el y el pequeño animal que tenía, entonces aquella persona sin pensarlo, tomo su café que estaba bebiendo y fue a la caja a pedir un chocolate caliente para llevar.

Cuando salió aquella persona de la cafetería para encontrarse con el joven del perro blanco, está ya no se encontraba,pero al caminar jungkook había dejado un rastro dónde se veían sus pasos y los de su perro, entonces aquella persona siguió aquellos pasos, hasta que al final a unos dos metros de él,se encontraba jungkook sentado en una banca admirando como la nieve caía,mientras su perro se quedaba a un costado al lado de él.

El pobre jungkook se congelaba de frío pero su orgullo y terquedad por regresar por un café y dejar sólo a su perro le impedían hacerlo,fue entonces cuando sintió que alguien le tocaba el hombro, decidió voltear para ver quién era, encontradose con una silueta no podía divisar quien era esa persona hasta que la vio sentarse a su lado y está le tendió un vaso caliente, sin pensarlo dos veces lo acepto, aquella persona al ver que lo acepto sonrió y siguió tomando su bebida.

Si que le hacía falta beber algo caliente ya que se estaba congelando y no quería morir tan joven, ninguno de los dos hablaba sólo se dedicaban a admirar la nieve que caía poco a poco y empezaba a cubrir el pasto y parte del suelo,una vez que ambos acabaron sus bebidas jungkook decidió hablar.

—Gracias por la bebida,sin ti me hubiera congelado—hablo con tranquilidad mientras extendía su mano para así estrecharla con aquella persona.

—No tienes que agradecer nada,soy jimin—se presentó un rubio joven, correspondiendo el saludo del castaño.

—Igualmente soy jungkook— se presentó.

Así estuvieron los dos agarrados de las manos ninguno se soltaba sólo se dedicaban a mirarse, hasta que el pequeño perro empezó a ladrar causando que se soltarán.

—Nos vemos pronto—se despidió jungkook soltando la mano de jimin.

—Igualmente, eso espero—respondio jimin sonriente.

Así ambos chicos decidieron partir tomando caminos distintos, jungkook al llegar a su casa se despojo de sus ropas y liberando a su perro para que así fuera a descansar, a lo cual jungkook igual lo hizo,pero había algo dentro de el que no lo dejaba conciliar el sueño, era ese joven de cabellos rubios como el sol, y una sonrisa resplandeciente, con sólo cerrar sus ojos podía verlo, necesitaba verlo nuevamente, quería verlo,¿por qué su corazón se aceleraba cada vez que lo soñaba?, o ¿cuando pronunciaba su nombre?, así que desde ese entonces todas las tardes salía a pasear con su perro para ver si así se encontraba con aquél jóven hermoso,pero nada,pasaron los dias,las semanas y meses, y no tenía respuesta alguna, acaso su imaginación le había hecho una mala jugada, ¿el frío le había afectado el cerebro?, ¿su soledad le estaba empezando a crear amigos imaginarios? , claro que no, por qué el lo sintió, lo toco y su mano era suave y linda, pero sus intentos por volverlo a ver se hacían cada vez más intensas pero no sabía nada de él para así buscarlo excepto su nombre.