1. El chico tras la portada

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La foto que usé en la portada no la tomé yo y tampoco la encontré en internet, fue algo así como un regalo de un viejo amigo.

Él era de otro estado, nunca lo vi en persona pero él me enseñaba su lugar de origen según su perspectiva. Realmente tiene talento y siempre lo pensé pero él jamás lo vio así.

No sé creía capaz de sobresalir, ni de tener lo que quería, su único defecto era subestimarse.

Sus cualidades...(o por lo menos las que yo alcancé a notar)

• Tenía una sed de aventura envidiable, muchas veces subía las colinas cercanas a su hogar simplemente porque tenía ganas de hacerlo.

• Lograba atrapar la belleza de un momento con su celular, de una manera que siempre me pareció digna de un superhumano.

• Llevaba en su corazón tanta pureza que era inevitable admirarlo.

• Un soñador de enormes alas blancas que no se atrevía a usar porque no las notaba.

De él aprendí demasiado, aunque en su momento no lo vi lamentablemente, y la lección que me gustaría destacar es:

Algunas veces es más difícil notar tus virtudes que aprender a usarlas.

Lecciones de 100 vidasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora