XiaoDeJun.
No había comido desde antes de subir al avión. Tampoco había dormido.
Sus ojeras eran cada vez más notables y se veía pálido, como si estuviera muy enfermo.
No importaba, ya no más.
El viento soplaba suavemente pero las olas del mar golpeaban con fuerza las recias piedras en las orillas de la playa.
Una imagen que ojos ahora exanimes admiraban, parecía una persona fuerte, pero se quebraba con facilidad.KunHang.
Irlanda. Península de Dingle. Playa Coumeenoole.
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