Scared •YM• |OS|

Lost

La noche empezaba a hacerse presente y junto a ella el viento que movía las hojas de los árboles y azotaba sus blancas alas. Había olvidado cuanto tiempo llevaba caminando, solo sabia que estaba lejos de donde pertenece.

Desde que tiene memoria le habían advertido sobre ese bosque, aquél donde los demonios se escondían para atrapar a los pequeños Ángeles que al igual que JiMin por pura curiosidad pisaban el territorio que según a ellos les pertenecía, oía las advertencias de los Arcángeles sobre lo que pasaría si uno de ellos era atrapado y las supersticiones de como aquellos seres del mal engañaban a los Ángeles más ingenuos para caer en sus garras.

JiMin había sido engañado por el truco más usado y viejo según los Ángeles.

Mientras recolectaba lirios un pequeño pajarito gris apareció frente e él, intentó acariciarlo pero voló hacía el bosque, recordó las palabras de prevención que le decían siempre que salía -Si vez a un animal que no sea de color blanco no te acerques, pues los demonios tratan de engañarnos con sus propias mascotas, disfrazándolos de animales inocentes, la única forma de no caer en la trampa es fijarse en el color, ellos al no poder hacerlos de color blanco los hacen de color gris, pues es lo más claro que un demonio puede llegar a hacer. - Pero hizo caso omiso a sus pensamientos de alejarse y siguió al ave que a lo lejos lo observaba, en cuanto más se acercaba el pajarito se alejaba haciendo que se acercaran al bosque.

Mientras JiMin seguía al ave, el demonio escondido entre los árboles observaba al ángel con una sonrisa ladina, llevaba semanas con el ojo puesto en él y parecía que su plan por fin daría frutos, le había llamado la atención de una manera tan inusual como ningún de los otros ángeles lo había hecho; su cabello rubio y esponjoso, sus grandes alas que cubrían todo su pequeño y delicado cuerpo, la inocencia que desprendía y la mirada curiosa con la que siempre que observaba su bosque a lo lejos, sin duda estaba encantado con aquella criatura tan pura e ingenua que iba directo a su trampa.

-Sólo un poco más... -susurró tratando de no espantar al ave quien lo veía directamente con sus ojos negros. - No te haré nada, solo quiero acariciar... ¡Ay, No! -se quejó al ver que el pajarito huyó de nuevo, entrando al bosque y volviendo a mirar al Rubio.

JiMin formó un puchero, sabía que no debía entrar porque algo malo podía pasarle, ¡pero ahora estaba tan cerca, solo dos pasitos y entraba al bosque! Y ahora que lo observaba mejor no se veía oscuro y tenebroso como le decían, al contrario, los arboles eran altos y verdes, habían unas cuantas flores y maleza por doquier, unos rayos de luz se asomaban y dejaban ver al pajarito que lo esperaba en el camino que llevaba a lo profundo del bosque. Mordió ligeramente su labio inferior debatiendo que hacer, sabia perfectamente que haría mal si desobedecía y eso era algo que un Ángel por ninguna razón debía cometer, por otro lado la curiosidad le decía que por dar dos pasitos no pasaría nada, atraparía al pajarito y saldrían hacia en campo otra vez.

YoonGi sonrió en grande cuando después de unos minutos JiMin se levantó del césped y dando unos cortos pasos entró al bosque, por fin había entrado en su territorio y ahora podía hacer lo que quisiera sin atenerse a alguna consecuencia.

-Pajarito, por favor ven rápido, dicen que este lugar es peligroso -se agachó frente al animalito que picoteaba la tierra. - no puedo dejarte aquí sabiendo que algo puede pasarte, ¿no quieres quedarte conmigo? ¡Prometo cuidarte muy bien ! -sonrió en grande cuando el ave se posó en sus manos y no volvió a huir. - ¡Muy bien! Ya podemos irnos y sin encontrarnos con un feo demonio -rió leve y se levantó, mirando al ave con su sonrisa intacta y sus alas se movían felices pues ya podían irse, o eso pensaba.

-¿A quien le dijiste feo? Pequeño irrespetuoso -JiMin se heló en su sitio cuando una sombra apareció frente a él bloqueando la salida, no lograba ver su rostro o su ropa, solo veía su figura y las grandes alas detrás de él. - Además, ese es mi pájaro, no puedes quedarte con el.