One Shot

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Algunas situaciones escapan de nuestro entendimiento, algunas cosas no están hechas para entenderlas, hay lugares impensables en los que ya estuviste, lugares cotidianos que no has pisado jamás, personas inigualables idénticas a ti.

Y para eso no había explicación...


...

La mañana pasaba a un ritmo lento, cada estudiante en el aula, cada profesor siguiendo una rutina monótona que aún era aguantable, ahí se encontraban dos pelinegros, uno más sonrojado que otro, las razones son privadas.

El pequeño pelinegro, sonrojado, evitaba a toda costa posar su vista en su compañero, pero por alguna extraña razón, que no quería admitir, termino por prestarle su completa atención, olvidando el hecho de que estaban en medio de una clase y que era a su maestro al que debía prestarle atención

El de ojos verdes notó la sutil acción de su compañero, sintiéndose victorioso por alguna razón, regresó su vista de forma descarada y encarada al bonito pelinegro que parecía embobado en su persona

La sorpresa en su persona no se hizo esperar, lo que menos deseaba era captar la atención del otro, a pesar de eso, como un reto, no parto su mirada y esta vez se concentro en ver directo a los ojos al contrario

Tuvo ganas de cambiar su rostro plano por una impecable sonrisa al notar la actitud competitiva que no parecía abandonar al de ojos azules, no era muy difícil averiguar porqué captó su atención.

Se permitió sonreír de lado, dándose una vuelta discreta para fijar completamente su atención en el del pompón rojo a la clase en sí.

Si antes su sonrojo era visible, ahora estaba seguro que parecía una esfera de navidad por lo caliente que sentía su cara, podía sentir mariposas revoloteando en la boca de su estomago

Oh no, las mariposas no eran una buena señal

Asustado, se levanto de su asiento captando la atención de su clase, y la de su maestro por supuesto

­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­ꟷSeñor Marsh ¿sucede algo?ꟷ

Era obvio por la mirada de sus compañeros que no estaba siendo para nada discreto, pero luego se preocuparía por eso, ahora necesitaba huir del salón de clases lo más rápido posible

ꟷNecesito ir al bañoꟷ

El de ojos verdes y chullo azul abrió sus ojos en un gesto sorprendido, sus mejillas tomaron una coloración apenas perceptible de un bonito color rojo, no pudo ni intentó apartar la mirada del sonrojado pero pálido chico.

— Adelante, deje de interrumpir la clase. —

Una pena, de haber sido por él no lo dejaba salir hasta tener su bonita cara roja por los nervios que ya sabía que le causaba.

Vio como abandono deprisa el salón, sin siquiera volver a dirigir su mirada hacia el, había ganado esta batalla, pero no se sentía satisfecho, iría por más.

En cuanto salió apresurado, las mariposas que en un principio revoloteaban con delicadeza ahora se movían con violencia y estaban subiendo demasiado rápido para su gusto

Decidió descansar un momento, debía tomar aire, pues aunque sus piernas le ayudaban en velocidad, lo que venía por su garganta no parecía querer esperar

Fue extraño, dar el primer paso en el campus se sintió mareado, como si una fuerte sacudida lo golpeará. El malestar paso y eso solo le hizo preocuparse mas, porque había oído sobre algo parecido en relación a su... Situación. No es que no tomaría la responsabilidad de sus actos, en realidad se sentía contento ante la posibilidad, pero debía empezar a planear, a reorganizarse, tiene que tener algo que decirle, algo que le tranquilice porque sabe que será duro para el otro.

Su cabeza es un embrollo, rara vez ocurre y por eso no sabe con exactitud que hacer estando solo.

— He... Ahí estas — Sonrió. El alivió le invadió. Es increíble pensar que con tan solo verlo podía calamar cualquier pensamiento caótico en él, y en cuanto llegara a su encuentro no seria la única emoción que sentiría.

— ¡Stan-!

El llamado se quedó en su garganta al verlo recargarse, entonces lo noto pálido. No se sorprendió el notarse corriendo en su dirección.

Las mariposas en el estómago, como odiaba a esas malditas, eran un indicio de que algo peor se iba a venir y en cuanto se recargo en el primer casillero que encontró, supo que tenía razón

Logro escuchar el llamado de una voz familiar, pero estaba tan ocupado intentando controlar sus nauseas que ni tiempo tuvo de registrar de quien se trataba

Tenía que calmarse, respirar hondo y evitar pensar, porque si pensaba inevitablemente sus pensamientos se desviarían a cierta persona y lo que menos le convenía era pensar en él en ese momento

Fue desacelerando conforme se acercaba, no deseaba asustarlo al notarlo delicado. Con cuidado y precaución se posicionó a un lado, le sostuvo del vientre y palmeó su espalda porque reconoció la posición en que estaba el mas bajo. Iba a vomitar.

— Esta bien. Relájate — Su voz fue dulce y tranquila. Siempre lograba calmarlo con ese tono.

Cuando los ojos azules le miraron detecto sorpresa en ellos, como si no fuera posible que estuviera allí con él. Decidió ignorarlo, dándole toda su atención al chico en malestar. Optó por sonreírle, besando la coronilla de su cabeza. Iba a mimarlo mas de lo usual, y eso que lo mima bastante cada día.

— Precioso, será mejor que vayas a la enfermería-

Sus palabras fueron cortadas por la repentina arcada del menor que vacío su estómago. Fue buena idea haberse colocado de lado y no se frente.

Busco reconfortar lo con suaves caricias en su espalda y estómago. Le habló al oído repitiendo le que no se preocupara por el desastre.

Se estaba volviendo loco, definitivamente, era imposible que Craig hubiese salido para brindarle ayuda y, al menos esperaba, que no se hubiera dado cuenta que estaba por vomitar

Realmente quería evitar que lo viera de esa forma tan vergonzosa

¿Había escuchado bien? No conforme con el trato gentil a su persona el otro pelinegro lo había llamado precioso no era algo que esperaría de él

Y tampoco era algo que necesitaba en ese momento, adiós a su resistencia a las náuseas y hola al vomito

Odiaba el vómito

Tenía ganas de llorar, el pelinegro estaba siendo amable y el estuvo apunto de bañarlo en vómito, debería escribir un libro y llamarlo la mil formas de terminar una relación sin haberla comenzado, el primer capítulo se llamaría "bañar en vómito a tu Crush"

Podía escuchar las palabras de aliento en su oído y el tacto gentil en su espalda, apenas termino de vomitar lo suficiente se retiro se su toque y corrió directo al baño

Suficiente vergüenza había pasado enfrente del otro pelinegro, no necesitaba más

Le sorprendió la huida del menor mas fue comprensivo, concluyó que estaba avergonzado por su pequeño incidente. Sin esperar mas le siguió por detrás a paso ligero. Le brindo tiempo suficiente para que se refugiara en el baño y calmase parte de sus emociones afectadas por su estado.

Iba a entrar enseguida, pero pensó que sería mejor anunciarse antes. Toco despacio, logrando oírlo chillar por la sorpresa. Sonrió por lo adorable que se vería.

— Stanley, Cielo, ¿Puedo pasar? ¿Me dejas estar contigo, bebe?

Había leído que en estos casos es necesario el estricto respeto del espacio personal, como cuando están en esos días de necesidad o al prepararse para la llegada del nuevo ser. Así qué debe ser cuidadoso, lo que menos desea es que su adorado no confíe en él porque irrumpió en su espacio.

Corrió tan rápido como sus piernas le permitieron, se encerró en el primer cubículo que encontró y vació toda su alma en el retrete

Bajo de la palanca y dio inhalaciones profundas, cada vez que vomitaba necesitaba recuperar su estabilidad emocional, no quería alguien notara lo mal que se encontraba

El repentino toque a la puerta lo tomo por sorpresa, y chillo, para después molestarse consigo mismo, no era posible que se sorprendiera por cosas tan pequeñas como esas

Pero lo que escucho y en especial quien pronunciaba tales cosas lo dejo boquiabierto

¿Cielo? ¿bebe? ¿en que momento el tonto que gustaba de molestarle cada que tenía la oportunidad de hacerlo sonrojar comenzó actuar como alguien amoroso preocupado por su persona?

No es que le desagradara ni nada, pero comenzaba a asustarle un poco

Cansado de estar escondido, decidió enfrentar al culpable de sus emociones volátiles y salió del baño

ꟷ¿Te estas burlando de mí?ꟷ

Fue lo primero que paso por su cabeza al analizar su actitud desde que lo encontró apunto de vomitar hasta ahora, de seguro era alguna forma de venganza por casi haberlo vomitado allá atrás

ꟷ¿Y qué clase de motes son esos ¿Cielo? ¿bebe? ¿enserio?, pudo habérsete ocurrido algo mejor Craig y no me parece gracioso que hayas seguido con eso, suficiente tuve de tu acto allá atrásꟷ

La pregunta le extraño, las demás acusaciones le hicieron dudar por un momento. Acepta que actúa extraño, mas de lo esperando. Pero debe hacer algo para calmarlo, tantas emociones juntas en un día y en la misma hora podrían hacerle daño. Así que actuó sin dudarlo.

Le tomo de la mano atrayéndolo hacía él, le envolvió en un abrazo haciéndole recargarse contra su pecho. Lo sintió forcejear apenas, balbuceando mas incoherencias, así que decidió callarlo un rato con sus propios labios aprovechando lo mucho que le gustaban los besos, sus besos. No tardo en ser correspondido. Se atreve a decir que se derritió en sus brazos.
Se separo despacio como una caricia. Miro los ojos algo brillosos y turbios. Le volvió a sonreír con calma, dejando pequeños besos por debajo de sus ojos, y se atrevió a morderle apenas la mejilla para molestarle un poco, y provocarle leves risas.

— ¿Pero qué carajo? —

Descubrí a mi novio con otro chico y era yo ¡Sorprendente!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora