El Despertar De Kelins.

†España†

En el mundo existen dos tipos de personas, las que son fáciles de manipular, y los que manipulan.

Antes pensaba que era de los que manipulaban, pero me di cuenta de que era de los que eran demasiado manipulables.

Ah, un gran error de mi parte, creo yo.

Pero bueno esta es mi historia, no tan buena como todas, pero era de esperarse, ¿No?.

Empezando por esto, me llamo Kelins Makosqui, si un nombre extraño, pero bueno.

Tengo dieciséis años y me mude de Oregón a un país normal y corriente, España.

¿Por que a España?, Bueno según mi madre, podríamos estar más cerca de mi padre.

En fin, no es como si me importará mucho.

Que más puedo decir, nací en Londres, si. Me he cambiado varias veces de casa. Pero ya es costumbre, creo.

Como sea, soy hija única, no tengo hermanos, y hubo un tiempo en el que quiera uno, pero mi madre me engaño, qué gracioso.

En fin, ahora mismo estoy llegando al aeropuerto, y veo desde lejos a mi madre hablando con alguien.

Suspiró levemente y me quedo callada, me acerco y veo a mi madre, al verla algo nerviosa, solo me relaje y hablé.

—el avión está por salir, madre.—dije con ganas de preguntar quién era ese hombre, pero no era de mi incumbencia, vi a mi madre asentir levemente con la cabeza, se despidió del señor y comenzamos a caminar hacia el avión correspondiente que nos tocaba.

Sin tomarle importancia al mundo, mire por última vez el aeropuerto, pensando en las cosas que hice en Oregón, entre y caminé por los pasillos, llegando a la entrada del avión.

Mi madre como siempre eligió la primera clase, aveces dice que podría estar mal limpio o algo, pero eso es algo estúpido.

Aunque aveces le creo.

¿por qué?, Simple no me gusta pelear contra su palabra. Y si lo hago de seguro no me dejaría estar escribiendo lo que les estoy contando.

Pero bueno, ya estando en el asiento veo las últimas personas subir desde la venta, para luego escuchar a la señorita del avión.

—Señoras y Señores pasajeros por favor pónganse los cinturones de seguridad, pónganse cómodos, y espero que disfruten del viaje, gracias—dicho eso veo como una asistente viene repartiendo unos cojines y mantas, suspiró viendo como las reparte, para después dirigir mi mirada a la ventana, viendo como estábamos elevándonos por el aire, llegando hasta las nubes del cielo.

Claramente siempre he viajado, pero se me hace complicado, ya que aún no me acostumbro a los aviones, siento como mi estómago le da unas pequeñas cosquillas, sintiendo algo de vértigo.

Es normal, ¿No?. Tener vértigo yo creo que es lo más común.

En el caso de mi madre, ella tiene mucho más miedo que yo, ella jamás se acostumbrara.

La miraría un rato viendo como se sujeta del porta brazos, con algo de fuerza, suspiró nuevamente, y dejo de verla, viendo mi la pantalla del celular.

—aqui vamos de nuevo...—dije murmurando, para que mi madre no me escuchará, de seguro escucharía alguna queja o algo de su parte.

Sin tomarle importancia al tema, me puse a ver mis redes sociales, y vi las nuevas fotos que subió mi ex.

—"El amor hace al ser, y el ser hace al amor"—leí en voz alta para mí misma la  frase de la foto, viendo a mi ex Maximus Silverfront, junto a su nueva novia. Suspiré levemente y baje a la siguiente foto, y vi a mi mejor amigo.