cinco

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Era 26 de octubre, y Taehyung tenía mala espina respecto al día. Había sentido un nudo en su estómago acompañado de un malestar muy grande, pero él se sentía sano, no entendía el porqué de esos dolores.

Debido a esto, el ‪chico había decidido quedarse todo el día en su casa, así tendría fuerzas para ver a Yoongi en la noche.

Por nada del mundo se perdía sus salidas nocturnas después de casi dos semanas juntos.

El peli-azul salió de su habitación para comer algo de sobras del desayuno, encontrándose Jimin en el camino, el cual, como siempre, leía el periódico.

"Creo que esas salidas nocturnas ya te están pasando factura taetae". Habló de repente el mayor de los dos, que pasaba las páginas del periódico con total tranquilidad.

"¿Cómo lo sabes?". Preguntó sorprendido Taehyung tomando una tostada.

"No tengo el título de mejor amigo de gratis". Respondió el mayor de los dos cerrando el periódico. "Tenía mis sospechas sobre tus salidas, y el día que llegaste más tarde la usual, con heridas en tu espalda pude confirmarlo"

"Perdón si te moleste". Habló Taehyung después de un momento de silencio. "Solo lo quería ayudar".

"No es de mi incumbencia que temas tienes que solucionar con él, pero se que a pesar del cansancio que te produce salir tan tarde a acompañarlo, te he visto más feliz". Jimin le dedico una sonrisa tierna a su mejor amigo. "Así que mejor vete a dormir, hoy podrás ver a tu enamorado"

"¡No es mi enamorado! ¡Ni siquiera me gusta!". Exclamó Taehyung con un ligero rubor en sus mejillas, haciendo reír a Jimin.

"Sí claro, como digas". Dijo parándose de la mesa dejando al menor con un par de tostadas al frente y dándole zumo de naranja. "Hoy no creo que venir a casa, me voy a ver películas con kookie"

"mi vii i vir pilicilis cin kiikie". Habló de modo infantil Taehyung repitiendo la frase que había dicho su amigo, causándole un ataque de risa al otro. "Suerte con tu novio tarado"

"Al menos yo si puedo decir que es mi novio y no oculto mis sentimientos". Bromeó Jimin antes de salir por la puerta principal, dejando a Taehyung solo en el comedor, planteándose muchas cosas.

"¿Realmente podría ser que me gusta Yoongi hyung?"

Y con ese pensamiento, el pequeño chico con ojos cansados fue directo a su cama a dormir lo que no había dormido en semanas.

(...)

Aquella noche Taehyung estaba más temprano en el portón de la familia Min, ya que a petición de su amigo había pedido que la caza fuera más temprano.

Estaba a punto de jugar con un par de hojas secas cuando su celular vibró, observando que en la pantalla había un mensaje de Yoongi.

Yoongi: Tae, entra por favor a la casa, el portón esta abierto. Mi habitación es la que tiene la luz encendida en la segunda planta, puedes escalar.

Taehyung se preocupó ante aquel mensaje. ¿Algo malo le había pasado a Yoongi? Así que con el mayor sigilo abrió el portón y se encaminó hacia donde el pequeño destello de luz provenía, la habitación de Yoongi.

Al estar cerca de la pared pudo notar que había una enredadera, así que se le hizo más fácil subir, y para cuando llegó a la habitación, obtuvo una grata sorpresa.

En aquel espacioso lugar, había una gran camada llena de comida, mantas, almohadas, y toda la saga de Star Wars lista para ser vista.

Era el cielo de Taehyung.

"Este es mi modo de agradecerte por todo lo que me has ayudado estos días, hubiera muerto de no ser por ti". Dijo Yoongi ayudando al menor a entrar completamente a la habitación, el cual aún seguía sorprendido. "Ojalá te guste"

"Me encanta". Respondió Taehyung ya adentro, mirando al chico con una sonrisa de oreja a oreja, y la mariposas no tardaron en llegar a ambos.

"Podemos vernos dos películas y después puedes devolver a tu piso, así no queda tan tarde y tu amigo no sospeche". Habló el mayor de los dos dirigiéndose a la cama.

"Hyung, hoy mi amigo no regresa a casa". Y una idea descabellada pasó por la mente del menor. "Me preguntaba si me podría quedar contigo hoy".

La cara de Yoongi era todo un poema, hasta que por fin salió una sonrisa de sus labios. "Claro Tae, no hay problema. Puedes usar alguna de mis pijamas".

El mayor se paró de la cama dirigiéndose a otra puerta que Taehyung pensó que era el armario, y estaba en lo correcto cuando su amigo había vuelto con una pijama.

"Estoy seguro que está queda, entra aquí y póntela" Dijo tendiéndole el conjunto de ropa, el cual Taehyung tomó en sus manos y se encaminó al armario.

Recién cambiado pudo notar que la pijama que Yoongi le había prestado era grande, pero le encantaba. Sobre todo porque tenia aquel olor característico de café con canela que Yoongi emanaba.

Salió de la habitación avisándole a Yoongi que le había quedado perfecta, y así ambos se tumbaron en la cama dándole inicio a su maratón con comida incluida.

"En serio, gracias" Habló Taehyung después de 1 hora de película. "Fue un detalle muy bonito de tu parte, necesitaba una noche así"

"Es muy tarde para ti y para mi es como si fuera medio día, debe ser agotador hacer esto por much tiempo, quise que te relajaras así sea una vez". Yoongi había tomado al menor suavemente en sus brazos, e instintivamente el chico había llevado su cabeza la pecho del mayor, dejando que este me hiciera mimos.

"Igual no tenías que hacerlo, y lo hiciste". Replicó Taehyung ante la nueva modestia de su compañero, una faceta nunca antes vista.

"Te voy a decir una cosa, pero si le cuentas a alguien lo negaré rotundamente". Una risa suave salió de los labios del mayor, haciendo que el corazón de Taehyung saltara de felicidad. "He conocido a muchísimas personas en mi vida, en serio muchísimas. Desde militares, políticos, escritores, científicos, aristas. Pero ninguno se compara contigo. Eres la persona más especial que he podido conocer en mi estancia en la tierra, así que es mi deber quererte como se debe"

"Wow, estoy sin palabras". Y era verdad, el menor de los dos se había pegado más a Yoongi sonriendo tontamente. "Debo sentirme halago entonces". El chico había cambiado su posición, haciendo al mayor soltar un quejido de dolor. "¿Qué pasa?"

"Nada importante, solo que hoy amanecí algo indispuesto, siento malestar en el estómago". Respondió Yoongi a la pregunta de su amigo, que se había quedado tenso arriba suyo.

"¿Como es posible que pueda sentir lo mismo que él está sintiendo?"

Y Taehyung sabia la respuesta, pero no le gustaba para nada.

Siguieron acostados un largo rato dándose cariño entre los dos, era como si sus corazones estuvieran esperando para ello.

En un punto, Yoongi quedó absorto viendo el rostro de Taehyung, y el chico se percató de la situación, así que alzó un poco la cabeza dándole una sonrisa ladina a su compañero, sintiendo una extraña emoción de felicidad, que le gustaba.

Ambos se habían quedado mirándose fijamente, detallando cada detalle del rostro contrario, como si quisieran que aquella imagen quedara grabada para siempre en su mente.

Poco a poco la distancia se hacía cada vez más mínima, hasta el punto que sus narices rozaban y su respiración se mezclaba.

Y Taehyung solamente sonrió ante aquel dulce toque, haciendo que Yoongi perdiera la poca cordura que tenía.

Lo beso como si no hubiera besado a alguien en muchísimos años, porque su corazón necesitaba el dulce olor de vainilla que desprendía Taehyung para sentirse completo.

Se dieron uno, dos, cuatro, diez besos hasta que perdieron la cuenta. Eran felices sintiendo aquellas mariposas en el estómago.

Y aunque no fuera correcto, ambos lo querían. El bien y el mal, y lo sobrenatural se habían unido en dulce beso, que a su vez fue su condena.

Pero ambos se querían. 

Sweet creature [yoontae]Where stories live. Discover now