El décimo octavo festival navideño de la escuela NEST+M se estaba llevando a cabo, una semana pesada para los maestros y directivos que se esmeran para esta fecha, desde la preparación de los villancicos hasta la decoración del auditorio y las distintas aulas que se utilizarían para la celebración, también las invitaciones a los padres de cada alumno de los distintos grados, etc. Un momento estresante para algunos y para muchos otros la mejor fecha del año, sobre todo para los más jóvenes, en especial para los que sería su primer festival dentro de la escuela.
– ¡Es hoy!, ¡hay que apresurarse, no quiero llegar tarde! – dijo con entusiasmo el miembro más joven de la familia, mientras brincaba en la cama de sus padres.
–Ya entendimos Peter, no es necesario que sigas brincando – una risa ronca se escuchó debajo del edredón que mantenía a la pareja en un confortable ambiente cálido.
–Bueno, ya escuchaste a tu papá, Peter – se escuchó otra voz un poco más grave que la primera. Bajando lentamente las mantas que cubrían sus cabezas, una cabellera azabache con pequeños mechones plateados a los costados salió. Abriendo sus ojos y enfocándose en su hijo, sonrió.
–Lo siento, pero aún sigo muy emocionado, siendo la primera vez que participó en un festival después de cambiar de escuela, creo que realmente va a ser divertido– un ligero sonrojo se apareció en las mejillas del niño.
–Lo sé cariño, créeme que nosotros también estamos felices de verte así, sabemos que fue un cambio repentino mudarnos de Queens a Manhattan y esperamos que esto alivie un poco esa transición – Ahora con el sueño más despejado de su sistema, el mayor de la familia habló, acariciando suavemente la cabellera castaña de su hijo.
Habían pasado ya cinco años desde que el matrimonio Stark-Strange decidieron adoptar a su ahora hijo, Peter Stark-Strange. A la edad siete años, el niño había quedado huérfano, quedando sin ningún familiar que pudiera hacerse cargo de él, entrando así en la espera de una nueva familia, como muchos niños y niñas como él, esperaban encontrar un hogar que los amara.
Para ese momento, el matrimonio de diez años juntos buscaba el complemento que tanto les había faltado por años. El primero en enterarse sobre el pequeño Peter, fue Stephen, después de un día largo trabajando en el hospital, su mejor amiga y colega, Christine, le habló sobre el infante.
Teniendo contactos con algunos amigos que trabajaban en las instituciones sobre adopción, May una gran amiga de la cirujana le habló de inmediato cuando supo que el niño había llegado a las instalaciones y se iniciarían los procesos para que alguien pudiera adoptarlo. Siendo consciente de que Christine ayudaba a un amigo para convertirse en padre junto a su esposo, no dudo en llamarla para que ellos fueran candidatos del menor.
Strange agradeció la información brindada por parte de su mejor amiga, no queriendo ilusionar a su esposo sobre la posibilidad de tener un hijo al fin, fue así que comenzó a visitar a la institución donde se encontraba el menor. Un mes después de las visitas, decidió decirle a Tony sobre la posibilidad de adoptar a Peter, nunca había visto a su esposo tan feliz como aquel día, dos días después ambos fueron a visitar al pequeño.
El proceso fue largo, pero al cabo de un año, justo cuando Pet, como comenzaron a llamarlo de cariño, cumplió los 8 años fue que le dieron la noticia de que el proceso de adopción había sido completado, y ahora formaba oficialmente parte de su familia.
Stephen amaba su familia y lo seguirá haciendo por él resto de su vida, ver la felicidad en los ojos de los dos castaños como lo estaba viendo ahora en su cama, nunca cambiaría las cosas que pasaron para llegar a este momento. Volvió a concretarse en la conversación que mantenían su hijo y esposo aún sentados en la amplia cama.
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Mi héroe
Short StoryPeter Stark-Strange al fin podía expresar quien era su héroe favorito, y que mejor que hacerlo en el festival navideño de su escuela.