¿Qué Buscas?

¿Qué buscas?

Escrito por Aliciafujoshi
Publicado por fans para fans
Género: Chico x Chico
Pareja: Anikishipping
Día de publicación: 24/12/19
Partes: 1/1
Editado y publicado

En la segunda Dimensión Diferente, gobernaba cierto castaño que era poseído por el Rey Supremo, mandaba varios ejércitos a invadir aldeas y aunque atacaban, además de hacer eso, buscaban. ¿Qué buscaban? A un chico celeste de ojos grisáceos, ¿Por qué lo hacían? Era una orden y debían seguirla, además de que si le decían al rey que no lo habían encontrado, sabían que sufrirían graves consecuencias.

Aquel que no encontraban se escondía de ellos, aterrado, la capucha le servía para esconder su identidad y aunque era estorboso le ayudaba en varios aspectos. Comía lo que podía encontrar o lo que le daban en algunas aldeas, el frío ya no era un problema por la tela que llevaba encima y por tener que adaptarse al clima frío en el que se encontraba.

El de ojos ámbar estaba furioso, no podía encontrarlo, cerró sus ojos sentado en su trono tratando de analizar el porque lo quería encontrar, su mano hecha puño golpeó su trono al no poder recordar nada, sólo sabía que debía verlo, tenía una gran necesidad de saber que estaba ahí, vivo, sino lo estaba su furia se desataría y se iba a desquitar sin piedad alguna. Se levantó empezando a caminar directo a un balcón que dejaba ver todo lo que ahora estaba en su alcance.

Pronto el lugar cambio, estando en un balcón que parecía hecho de oro viendo un paisaje tan hermoso que lo vislumbró por unos segundos. Había plantas ahí, sólo que estás tenían colores muy vivos, ¿En donde estaba? Ni lo sabía.

Escuchó pasos acercarse a él, volteó encontrándose con un adolescente que no era cualquiera, se parecía al qué tanto buscaba, este caminaba hasta estar alado de él viendo el lugar.

— Me gustaría que la guerra acabase de una vez por todas, pero siempre se seguirá repitiendo, es un ciclo sin fin que el ser humano tiene. Tan cruel pero que a la vez puede traer algo hermoso. — Se oyó suspirar. — Me gustaría que lo que ese algo que te esté perturbando pronto se acabe, no me gusta ver tu ceño fruncido mientras canto una canción de cuna. Se trata que te relajes, no que te enojes. — Soltó una risa leve volteando a verlo. — De todas maneras, te dejo ver el paisaje antes de que te vayas a tu habitación.

Vió como aquel adolescente se largaba de ahí con una sonrisa tranquila, su vestimenta era simple, un vestido blanco con dos pulseras puestas en su brazos igual que dos aros en cada uno de sus tobillos, lo curioso es que esos objetos estaban hechos de oro.

— ¿A dónde vas?. — Giró a verlo aunque su boca se movía por si misma.

Paró sus pasos y pasó a verlo de frente a frente con una distancia lejana, ninguno se movió y aquellos ojos grisáceos lo vieron con una sonrisa burlona.

— No fuera del castillo, ¿Recuerdas?. — Le mostró las pulseras que había en cada muñeca mientras se volvía para seguir con su camino. — Voy a estar en su cuarto, su majestad. Recuerde que hoy le tengo que cantar su música que tanto le gusta que cante.

Al ver qué desaparecía de su vista, las cosas cambiaron estando donde antes había estado viendo el cielo de color gris como siempre, ¿Qué era eso?. Le extrañó tanto lo sucedido que prefirió no hablarlo y seguir con lo suyo.

[...]

Y ahí estaba nuevamente, teniendo un duelo con uno de los amigos que alguna vez fueron de Jaden. A cada paso que avanzaba tocándole varias veces su momento para atacar, sentía como un sentimiento de tristeza y enojo lo atacaba sin piedad.

Peleaba como si eso le ayudaría a encontrarse con alguien nuevamente, pero, ¿Quién?. De nuevo vino a su mente la imágen del adolescente de cabello celeste, se estaba desconcentrado y eso no era bueno.