Ambos lo sabíamos

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Él estaba conmigo porque

no había encontrado a otra.


Yo estaba con él porque

no había aparecido nadie mejor.


Muy probablemente estábamos juntos

porque no había nadie más en nuestras vidas.


O al menos eso creíamos.


Y ambos lo sabíamos...


Él estaba conmigo simplemente porque

tenía necesidades

y yo estaba ahí para satisfacerlas.


Yo estaba con él porque

mi cuerpo me gritaba lo que anhelaba como mujer

y él se presentaba para esas ocasiones.


Muy probablemente estábamos juntos

porque nuestros cuerpos tienen deseos

y no había nadie más en nuestras vidas.


O al menos eso creíamos.


Y ambos lo sabíamos...


Aún así, cada vez que nuestros labios se unían

y nuestras lenguas iniciaban esa danza erótica que, 

en cada ocasión más familiar se hacía

algo sucedía:

había más.


Y ambos lo sabíamos...


Cada vez que nuestras miradas se encontraban

en ese instante,

mientras mis manos se deslizaban

por la longitud de su pecho y espalda desnudos,

mientras sus dedos tocaban mi cuerpo

donde nunca antes nadie lo había hecho


Cada vez que sus ojos se clavaban en mis ojos

y los míos en los suyos

nuestras almas se acercaban más, más

y pronto su esencia era como si fuera mía

y la mía como suya.


Y ambos lo sabíamos...


Sin embargo, nada es para siempre,

así como nos uníamos,

pronto nos separábamos.


Y todo entre nosotros

volvía a ser como era.


Y ambos lo sabíamos...


Entonces lo que en ese momento fue

dejó de ser.


Presurosamente, el vínculo que existió

se desvaneció, yéndose al vacío

dejando de existir entre ambos.


Quedando así nada más que

las marcas que mis uñas

habían dejado a lo largo de su cuerpo.


Quedando así nada más que

nuestra piel oliendo el uno al otro,

nuestros ojos brillantes

mis mejillas rosadas

su cabello despeinado de tanto halarlo

y el sonido de nuestras respiraciones entrecortadas acompasándose,


Solo eso quedaba.


Y ambos lo sabíamos...


No permanecería más que

el recuerdo que con el tiempo se oxidaría,

dejando atrás

algo borroso en nuestras mentes

en comparación a lo que alguna vez fue.


Y ambos lo sabíamos...

Ambos lo sabíamosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora