A sus ordenes General Lumbrige...

Chapter 1.

Era una mañana fría en aquella cabaña de madera, era 23 de febrero de 1946, la segunda guerra ya había pasado, y ahora me encontraba recuperándome, mi prótesis en la mano no era la mejor del mundo, pero por lo menos servía de algo. La familia Smith me había tenido de refugiada por un tiempo, ya quería salir de este lugar realmente, yo no era como esas chicas que ayudan a limpiar en la casa, fui criada como un instrumento militar desde pequeña, ya que no tenía familia y fui un regalo hacia el general Lumbrige.

    Me había despertado por el ruido que venía de abajo, era la Sra. Smith, estaba con alguien, que no era su esposo, al parecer una visita, pero reconocía la vos, era el general Lumbrige, rápidamente me levante de la cama y me fui corriendo hacia abajo, y como adivine, él estaba ahí sentado, vestía un traje negro bastante elegante, piel pálida y como porcelana, ojos de un color parecido al esmeralda, pelo negro, labios gruesos y con una mirada penetrante hacia mi, a los segundos su semblante cambio a uno amable.

-Oh, Violet, hija, te acabas de despertar, el general Lumbrige vino a ver como estabas, ¿Qué quieres comer?-   dijo la Sra. Smith, sacándome de mis profundos pensamientos de ese momento, la volví a ver, y me dirigí hacia ella.

– Quiero algo simple, si quieres solo huevos y arroz. -   dije un toque seria, no me habían acostumbrado a comer bastante en la guerra, pero bueno, que más podía pedir, era una soldado, tenía que luchar por el pueblo.

- El señor Aubery vino por ti, dice que te va a llevar a la ciudad, él tiene un proyecto para ti, es bastante importante para él y para ti. -  dijo aquella vieja que parecía que tenía ya 80 años; apenas la escuche decir tal cosa volví a ver a Aubery de nuevo, él ahora estaba tomando un poco de café que le había hecho la vieja.

     Mi mente no dejaba de pensar en tal proyecto mencionado, tenía un poco de miedo por lo que podría ser, pero bueno, seguramente no tenía nada que ver con la guerra ya que tal había pasado. Ya eran las 12:37 md, ya estaba lista para irme con Aubery, me había puesto una blusa de botones blanca y una enagua de color piel, la enagua era un tanto larga, pero perfecta para mí. Me despedí de la Sra. Smith y me subí al carro, lastimosamente no me pude despedir del Sr. Smith, ya que trabajaba, pero si en algún momento tenía tiempo para mandarle una carta del por qué me fui se la daría con todo gusto.

Al subirme al carro ya Aubery estaba ahí esperándome, el tenia en mano mi maleta, y yo llevaba un peluche que el me había regalado hace tiempo, no mucho, pero si llevaba un tiempo con el peluche. Al comienzo del trayecto hubieron como 5 minutos de silencio profundo, las ramas pegando entre si, el sonido de las llantas y las rocas chocando en aquel largo camino y los ruiseñores eran las únicas cosas que se escuchaban en tal lugar, era un paisaje bastante bonito, todo lo que estaba alrededor de nosotros era pura vegetación y edificios abandonados tras la guerra.

- ¿Cómo has estado últimamente Violet? – dijo Aubery viendo a la ventana, ignorándome completamente, no sabía como responderle, un simple “bien” no era la respuesta, había estado un poco mal, ya que había estado un poco estresada debido a que no me dejaban hacer nada en la casa por la prótesis.

- Bien, solo un poco estresada, pero nada de que preocuparse General Lumbrige. – dije sin volverlo a ver, sinceramente lo único que me  importaba ahora era el viaje, seguramente iba a ser de 3 días, ya que las vías del tren se habían dañado por la guerra, y no quedaba de otra.

- El proyecto que voy a hacer necesita demasiado de tu ayuda Violet, y seguramente no vas a estar estresada ya que vas a estar ocupada – espera, que tan importante es esto para que necesite mi ayuda? – Es una pequeña empresa que acabo de crear, apenas estamos empezando, así que no llevo mucho tiempo en esto, empresa trata sobre cartería principalmente, pero también ayudamos en cualquier forma de envíos, así que somos como una empresa multifuncional. – a la hora que el dijo eso creo una sonrisa entre los dos, me llamaba la atención, era algo diferente a lo que estaba acostumbrada, siempre fui cadete de las fuerzas alemanas, y ahora iba a entregar cartas, nadie se lo iba a imaginar.

Después de eso ninguno de los dos dijo algo en el viaje, fui bastante silencioso, pero no era un silencio incomodo, así que no hacía falta de que alguno hablara o algo por el estilo. El viaje hasta llegar a la ciudad duró 3 días, tal y como pensé, al llegar a tal lugar, fue realmente relajante, ver a las personas felices? alguno que otro negocio, ahora todos estábamos en paz, ya podíamos ver niños corriendo por el lugar, el musgo comiéndose aquellos grandes edificios destruidos, todo era bonito en mi opinión, yo estaba metida en mi pensamientos hasta que alguien toco mi hombro.

- ¿Ah? – dije curiosa mientras me daba la vuelta.

- Hola, tu eres Violet, no? el señor Aubery me conto maravillas sobre ti, un gusto, soy Jonas Caterpillar. – Dijo aquel hombre alto, pelo rubio, piel pálida, con un pantalón un poco ajustado y una camisa blanca, ojos color miel y con un semblante amable y gentil.

- Si, Soy Violet, Violet Elenot, estoy a sus ordenes señor. – conteste.

- Oh, Violet, soy Kate Lavhard, un gusto querida. – dijo una mujer que salió de un pronto a otro; era bastante hermosa y elegante, llevaba botas con tacón y cordones de color negro, un vestido con un escote bastante revelador y de color rojo, su pelo era negro como el carbón, bastante abundante y largo, piel blanca como la nieve, sus ojos eran de color azul y como complemento una boina roja que combinaba con su vestido.

- ¿No pudieron esperarse para presentársela? – dijo Aubery detrás mío.

- Ash, ibas a durar una eternidad si lo hacías, por eso yo y Jonas nos adelantamos. – dijo la mujer.

- Es verdad, además ya me mataba la curiosidad de conocer a nuestra nueva compañera. – comento Jonas.

- ¿Nuestra compañera? – comente bastante dudosa y volviendo a ver al General Lumbrige.

- Si Violet, vas a trabajar con ellos, a partir de ahora van a ser un equipo. – Dijo Aubery bastante feliz.