《Dos》

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La primera vez que me veas, pensaras que estoy loca. Y créeme que si lo estoy.

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Como si todo el dolor que sentía en las muñecas, cuello, estómago fuera poco, se sumó una molestia en mi brazo derecho. Sentía como si me estuvieran dando un pellizco y no terminaban nunca.
Acatando las órdenes de mi cerebro comencé abrir mis ojos lentamente, podía ver una luz blanca venir hacia mí. Sonreí alegre, al parecer Pedro si me va a querer recibir y estaré con Jesús. Usaré alitas, una argollita y volare como todo angelito Kim que soy. Ya tengo planeado todo para cuando Dios me acepte en su reino. Aunque tengo pensado en ocasiones escaparme e ir y vengarme o molestar a muchas personas en la tierra. Por que de mí, no se van a librar rápido.

Estaba levantado mis brazos hacia la luz, para que cuando Pedro me vea, me reciba con un gran abrazo y vayamos por unos tragos para festejar mi llegada al cielo. Podría jurar que escuchaba los querubines tocando sus cornetas y las campanillas sonando por mi llegada.

-¡Ya, ya desperto! ¡Hyung, ya desperto!.

¿Mi hermano también quería conocer a Pedro? ¿El también está aquí?. A no, hermano yo entraré primero aquí. Suficiente te aguante en la tierra como para venir aguantarte aquí.

-...¿Por qué hace eso?

- El doctor menciono que esto era algo normal, la anestesia está causando ese efecto en ella.

-Te..tengo miedo, Hyung. No se ve bien.

Camina con pasos agigantados hacia el gran portal de oro. Ya estaba tan cerca de conocer todo aquí. Pedro, querubines, Don Juan, Jungkook, Jesús, mis alas, Ángeles. ¡Esperen! ¿Jungkook?

- Al parecer ya esta volviendo en si.

Ya todo lo tenía en mis manos, pero poco a poco noté como me alejaba del gran portal, a Pedrito lo veía cada vez más chico. Era como si de repente caía en un hoyo sin fin, manoteaba buscando un lugar de donde prenderme y sujetarme super fuerte. Y lo logré, logré prenderme de una superficie dura, me agarre tan fuerte a ella que sentía como mis uñas se enterraban en la sólida superficie.

-Mi..mi brazo, Hyung. M..me está lasti..mando- escuchaba como salían sollozos de algún lado.

Aún así, con mucho más temor de caer al vacío me aferre a dos manos. Mis puños estaban tornandose blancos por la fuerza que ejercía en el agarre.

-Hanie.- No te sueltes. Aferrate más ahí o caeras a la nada. Hazlo más fuer... -¡Haneul! ¡Haneul, sueltalo!

Un fuerte alarido llegó a mis oídos logrando trasladarme a algo más realista. Donde no habían portales, Ángeles, cantos, ni nada de lo que estaba viendo hace minutos atras.
En lugar de portal de oro, estaba una puerta de metal blanca. Las campanillas fueron reemplazadas por unos pitidos irritantes. Los pocos Ángeles que según para mi era Pedro y Gabriel, fueron cambiados por otros dos chicos más jóvenes con cara de preocupación mirándome.

-¿Rata?

- Mi, mi brazo, Han. Me estás lastimando feo...-modulo el chico en sollozos.
Mire su brazo y este estaba siendo apresado por mis garras enterradas en su piel. Solté mi agarre apartando su brazo de mi como si fuera algo que nunca debí tocar o hacer.
Jungkook con lágrimas en los ojos comenzó a dejar masajes en su brazo, tratando de calmar algo del dolor que le había causado. Mientras que el mayor con la manga de su suéter secaba con suavidad las lágrimas de sus mejillas.

Me tome el tiempo de analizar bien donde estaba y en que estado estaba. Me encontraba en unos de los lugares que detestaba con el alma, ese olor horrible a agua oxigenada, mezclada con alcohol y otros medicamentos ya me estaba revolviendo el estómago.
Me llamarán ingrata, pero prefiero estar en el infierno alado de Satán a estar en un hospital, odio los hospitales y todo lo que tenga que ver con el. Al parecer, ni Pedro, ni nadie de ese lugar me querían, por algo me mandaron la vida otra vez.

- Bien.- hable rompiendo la burbuja tierna que habían creado esos dos-. Me voy a casa. - baje mis piernas de la camilla. El suelo frío recibió a mis caliditos pies.

-¡Que! ¡No!.. - Mi hermano menor se acercó rápido a mi, tratando de mantenerme donde tenía que estar-. Aún no estás bien, debes recuperar fuerzas, Hanie.

-¿Fuerzas? Fuerzas es lo que me sobra, ratita.- Los mareos que sentías cuando agarras una peda, era algo muy pequeño a lo que sentí en el momento que me coloqué de pié. Al dar dos pasos sentí como algo en mi brazo derecho me dio un pellizco más fuerte.

- Haneul, vuelve a la camilla. Te harás daño..

Lo ignore y seguí en lo mío.
De un tirón arranque la cinta blanca que sostenía la aguja del suero. -¡Dios! ¡odio está mierda!. Quien sabe si está misma mierda no usaron en otras personas. - hice como si un escalofrío recorriera mi espalda-. Se me pone la piel de gallina sólo imaginar algo tan asqueroso.

- Haneul, escucha que lo dice tu hermano. Aún no estás bien.- Ahora es Taehyung el que aporta palabras con el fin de retenerme.

-¿Mi ropa? ¿Donde mierda está mi ropa?...- ninguno de los dos contesto. Mire la bata azul que traía puesta-. En fin, no está tan mal mi nuevo outfit. Kook, trajiste el auto ¿verdad?. Dame las llaves.

-Han..

- Las llaves, rata..- el hace un movimiento de cabeza negando a mi pedido-. No dejas de ser idiota ni un segundo ¿verdad?.- solte con fastidio-. A la mierda contigo. Iré caminado, para algo tengo los pies.

La puerta estaba por ser abierta cuando un cuerpo se interpuso entre la puerta y yo.

Rodé los ojos al cielo y resople. - Kim, aparta de la puerta..

-Has lo que te dijo tu hermano y vuelve a la camilla. -ordenó firme.

Crucé mis brazos sobre mi pecho y enarque una ceja. -Mira mis labios, Kim, y dime que dicen ellos.- en silencio articule un gran N-O.
No respondió nada y se quedó firme obstuyendo el paso.

-Nonna,- Jungkook llega de atras adulandome con una caricia en mis brazos-.  Vuelve a la camilla, por favor.

Apartó mi cuerpo de su tacto. Si había otra cosa que no me agradaba era que usurpen mi zona. Mi zona comienza a dos metros de la otra persona. Cuanto más lejos te tengo mejor.

Tuve una jugadita de miradas serías con Taehyung.- Mira traidor. Tu eres mi amigo, no el de mi hermano. Tendrías que estar allá afuera esperándome con un carro, para que cuando salga de aquí me lleves donde quiera. No estar aquí obligándome a hacer algo que sabes perfectamente  que lo odio.

Él no dice nada y mantiene esa postura fría, sin ninguna expresión. Nada de lo que decía lo iba a mover de ahí.

-Idiota. Eres una flor de idiota.

Insulte Y en contra de mi voluntad volví a mi pre tumba con toda la bronca plantada en mí.

No logré escuchar que, pero Kook dijo algo a Taehyung y este  sólo asintió largandose de la sala, dejando a mi hermano a cargo de mi.

- Par de idiotas. Ya saldré de aquí y verán lo que les voy hacer.

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Agatha 🌻

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⏰ Última actualización: Dec 27, 2019 ⏰

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