chit chat ting ✧ kookmin

!¡❀ f i r s t；

Pude verlo en su mirada y como revoloteaba el anillo al rededor de su dedo índice. No estaba feliz. Incluso en sus acciones, el no prestar atención a su alrededor y solamente dedicarse a tomar aquel tequila que seguramente debía estarle quemando la garganta y, más probable, estuviera ignorando aquel calor para sentir algo más que la decepción que rondaba por sus ojos.

Me acerqué. A decir verdad, no sabía si era una buena opción. No sabía si debía entrometerme en lo que sea que estuviese ocurriendo con él, pero algo me incitaba a estar a su alrededor.

Me senté en el banco que estaba a su lado y pedí una bebida. Cuando me fue entregada, tomé un sorbo.

Lo miré de reojo, seguía con la misma expresión viendo la aparente sortija en su mano izquierda. Iba a recibir matrimonio, pero al parecer no estaba feliz por ello.

–Hola.– me atreví a hablar.

Desvió sus ojos, y volteó para mirarme. Me analizó. Eso hizo que algo se calara profundamente dentro de mi. ¿Qué tenía este chico que lograba generar estas sensaciones en mi interior?

–Hola– respondió amablemente –. Lo siento, no noté que estabas aquí.–

–También noté que no estabas prestando mucha atención a tu alrededor y decidí acercarme.– sonreí tímidamente. En serio, ¿qué pasaba conmigo y por qué me comportaba de esta manera con él?

Soltó un suspiro cansino.

–Sí, lo siento, tengo muchas cosas en la cabeza.– de igual modo, me dedicó una hermosa sonrisa.

–Espero no estar molestándote– dije apresuradamente –. Si es así, puedo retirarme.– señalé con mis manos a un punto inespecífico detrás de mi.

–No. No te preocupes, no lo haces.– se apresuró a decir.

–Bien– reí nervioso –. ¿Qué te tiene tan pensativo?– me atreví a preguntar.

–Es una gran situación, sabes– comenzó a reir en voz baja –. Por cierto, no me presenté. Me llamo Park Jimin, ¿cuál es tu nombre?–

–Soy Jeon Jungkook, mucho gusto Jimin.– extendí mi mano, la cual fue estrechada enérgicamente por el chico a mi lado.

–Bien, Jungkook, lo tengo.– sonrió.

–Ahora que nos conocemos oficialmente, ¿quieres contarme qué te tiene así?–

–Tengo una novia… ahora prometida.– comenzó.

Así que era heterosexual. Vaya, los mejores siempre tomados. No pude evitar bajar la mirada por unos segundos hasta volver a posicionarla sobre él.

–Ella es una mujer maravillosa, muy directa. Demasiado. Eso fue algo que me flechó la primera vez que la conocí y me volvió loco.– miró nuevamente su anillo.

–¿Entonces qué te tiene así?– pregunté.

–Que a pesar de ser una mujer extraordinaria, no la amo como antes– me miró a los ojos –. Ella fue quien me propuso matrimonio a mi, no al revés como se supone debería ser. Y la entiendo, ha esperado demasiado tiempo para que esto suceda pero jamás he tomado el valor de hacerlo yo mismo.–

–Vaya, eso esta jodido.– murmuré.

–Pero, ¿sabes que esta más jodido?– dijo en voz baja –No sé como detenerlo. No sé como decirle que lo que siento ya no es lo mismo. Ella se ve tan ilusionada por los preparativos que me parte más el alma a mi tener que cortarle, de lo que se le partirá a ella seguramente si lo hago.– tomó su bebida de un solo trago, una pizca de sal y una rodaja de lima que tenía a mano e hizo una mueca cuando todo pasó.

–Yo creo que si sigues haciendo que se ilusione de esta manera, será peor para ella. Peor para ambos.– aconsejé.

–Y lo sé, créeme que lo sé muy bien. Pero soy la única persona que ha conocido durante ocho años. Ella no ha estado con nadie más que conmigo desde que teníamos quince. Nuestra juventud, nuestros años de oro los pasamos juntos. Yo soy todo lo que conoce por ahora. Y me preocupa demasiado que esto pueda afectarle, pero aún somos jóvenes. Yo quiero vivir, explorar y conocer nuevas personas– miró a Jungkook a los ojos –. Quiero pasar tiempo conmigo y saber qué es lo que quiero de mi vida. Pero soy la unica persona que conoce completamente.– se podía oir la desesperación en su voz.

–E imagino que su relación se volvió cotidiana. Que ambos se han acostumbrado al otro, a su mera presencia.–

–Es exactamente así.– concordó.

Jungkook suspiró. Sabía como se sentía eso.

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