Cap 9: las cuatro lenguas de Deidara

2.5K 106 32
                                    


Deidara se fue acercando lentamente a la cama del Uchiha mientras sonreía. No sonreía porque estaba feliz, más bien trataba de ocultar sus nervios. Caminó sobre la cama hasta agacharse justo encima de Itachi. Lo miró a los ojos y se sonrojaron los dos al mismo tiempo.

El azabache lo besó delicadamente.

– ¿Estas seguro?- preguntó el mayor. El rubio asintió con la cabeza, luego lo tomó de las ropas para acercarlo a su cuerpo. Su boca la dejó cerca del oído del Uchiha.

– Ya es hora.- le susurró Deidara haciendo que Itachi sintiera el cálido aliento del rubio en su oído y lo mirara con deseo.

Los dos quedaron sentados en la cama y nuevamente se besaron, pero esta vez de una forma apasionada, sus manos recorrían su cuerpo por encima de sus ropas y sus bocas se unían con desesperación tratando de calmar toda esa locura con la que se amaban. Itachi tomó la ropa del rubio y se la rompió. Aunque solo la parte superior, dejando ver los sellos que tenía en su cuerpo donde se almacenaba una de sus lenguas. Deidara quedó un poco extrañado por la acción salvaje del Uchiha, pero poco le importó. Hasta le parecía excitante y sin avergonzarse aplastó a su amado y lo empezó a desvestir de la parte superior. Unos bien formados pectorales dejaban en evidencia el trabajado cuerpo del azabache. No era algo que no había visto antes, pero le fascinaba observar esa parte. Sin duda era un hombre muy atractivo.

– Deidara...yo seré el activo...así que aprovecha tus últimos segundos encima mío.- dijo Itachi sonriendo maliciosamente. El joven de ojos azules se molestó un poco por el comentario y lo empezó a besar cerca del cuello. El Uchiha disfrutó ese placer por unos instantes, cuando de pronto tomó las muñecas del rubio y lo empujó hacia atrás. – Se ha acabo tu tiempo.- comentó el azabache mirándolo seductoramente desde arriba. Deidara seguía un poco molesto, solo desvió su mirada y se sonrojó levemente. El Uchiha le acarició el cabello con delicadeza, le besó la frente, pero fue bajando por su rostro hasta llegar a sus labios. Se detuvo ahí para besarlo y meter su lengua. El rubio movía sus labios mientras que con sus manos tomaba la cabeza de su amado y la empujaba bruscamente para profundizar el beso. Itachi hizo una pausa para mirarlo y empezar a besarlo en el cuello. Jugando con sus dedos, como si fuera una arañita, descendió por los cabellos del joven hasta el pecho y siguió ese camino, pero esta vez fue para bajar el cierre del pantalón del rubio. Una vez hecho esto, tomó el borde de los pantalones y los fue bajando sin dejar de besarlo cerca de su boca. De pronto le empezó a tocar el trasero y a morder los labios. El rubio empezaba a gemir y a excitarse con todo eso. El dolor, mezclada con la expectación, producía un enorme éxtasis en el cuerpo de ese joven artista.

– Itachi...apresúrate...sácame los malditos pantalones...- dijo Deidara empezando a sentir que se ponía dura su entrepierna. El Uchiha sonrió y le bajó con todo los pantalones, dejando al rubio completamente desnudo y a su servicio.

– Parece que ya te endureciste por aquí...- dijo Itachi tocando los genitales femeninos de Deidara. El rubio gimió de forma muy aguda y llegó a soltar unas lágrimas.

– Idiota...ahí no...No me toques ahí...- decía el rubio sin dejar de gemir, puesto que el azabache empezó a masajear los labios mayores. Al meter sus dedos más a fondo sintió muy húmeda esa parte. Parece que se había mojado. Sin aviso le empezó a tocar el clítoris con una mano y con la otra, tocaba el miembro que estaba semi erecto. El rubio se empezó a correr de forma seguida en su genital femenino. Estaba muy avergonzado, no sabía que el Uchiha lo tocaría por esa parte. Siempre pensó que su amado se limitaría a penetrarlo por esa zona para engendrar...Pero la verdad es que no podía quejarse. Solo era vergüenza, pero una vergüenza que se iba al olvido por recibir el doble de placer.

Las cuatro lenguas de DeidaraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora