Taehyung venía desde muy lejos, se había cambiado de residencia para lograr asegurar su futuro en la Universidad. Nació y se crio en un pueblo muy lejos de la ciudad, donde la tecnología de cualquier ámbito aun no llegaba ahí.
Desde pequeño había tenido el anhelo de marcharse a estudiar en la cuidad. Y hace un tiempo atrás lo había logrado. Era su primer año de universidad y prometía dar lo mejor de si mismo, para así no defraudar a su madre.
Pero no todo es fácil, menos en un lugar donde la tecnología ya era muy avanzada y arrasaba todo lo que estaba a su paso.
Uno de ellos era el tren, ese maldito aparato que viajaba rápidamente por casi toda la región, (excepto por su pueblo) pero cada mañana era una tortura entrar, siempre había valorado su metro cuadrado, pero dentro del tren no tenía ni espacio para coger bien su mochila. Diablos que extrañaba su lugar de origen donde caminaba hasta la preparatoria y nadie se te pegaba tanto a tu lado como sentir su aliento.
Detestaba eso.
Pero él no iba a negar que no toda la tecnología era mala, claro que no.
Por ejemplo, su televisor tenía una gran pantalla donde era genial ver las películas, si muy HD, una de las cosas que le gustaba.
Había una sola cosa que amaba y no podría dejarlo, aunque su vida dependiera de ello. Es que ya formaba parte de su rutina, era como su hijo y como tal lo cuidaba.
Después de salir de la Universidad con su grupo de amigos fueron al centro comercial para ir a vitrinear y fue ahí donde lo vio por primera vez, en donde se enamoró. Es que por dios con sólo verlo supo que tenía que ser de él.
Entro a la tienda sin pensarlo, en un rincón de esta había unos tipos jugando se acercó a ver, ¡ahí estaba! Se quedo observando por horas como jugaban y se emocionó más cada minuto que pasaba.
Aquel PlayStation debía ser suyo.
Con aquel aparato en sus manos y por suerte hubo una promoción que le daban cinco juegos por el articulo comprado, lo llevo, nunca se había sentido tan feliz de tener algo.
Mejor que aquella emoción de que el equipo de fútbol haya ganado una copa, era demasiado bueno.
Sin esperar nada, lo probó enseguida. Al comienzo era malo probando la combinación de los botones pero como dice aquel dicho la práctica hace al maestro, este logro mejorar considerablemente.
Taehyung, vivía solo en su departamento así que no tenía la preocupación de que alguien le molestara mientras jugaba. Había veces en donde prestaba la casa para que todos jugaran.
Era cierto que pasaba su tiempo jugando pero también estudiaba y no le iba mal, en parte se le agradecía a los juegos por tener lógica, memoria y hasta incluso idioma. Ciertamente su mente estaba más abierta a los problemas más complejo para así resolverlos con facilidad, cuando estaba en apuro aprendió a mantener la calma y pensar de mejor manera.
Se lo agradecía a los juegos.
Pero había un punto donde fallaba, como cualquiera quería a alguien, lo que le atrajo fue que él compartía su amor por los juegos, pero tenía un punto negativo era su amigo, así que no se permitía mirarlo como algo más.
Ambos al ser fanáticos de los juegos, se juntaban para hacer pequeños duelos en Mortal Kombat, pero un día todo hizo la diferencia.
Un juego.
Una apuesta.
Y un corazón roto.
Estiro sus extremidades y se volvió acomodar en el mullido sofá.
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Lone PlayerºKVº ADAPTACION
RandomUna apuesta y un corazón roto. ºOSº -Esta historia está en sweek con el mismo nombre.