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Marcos era un niño tímido y muy inteligente. Solo tenia dos amigos Susana y Emir, los tres eran inseparables. Tenían un viaje de curso a un bosque ya que su licenciada lo había organizado para que estén en interacción con la naturaleza.
–Suban todos – Decía la licenciada, para luego pasar lista para ver si todos habían subido al autobús.
Todos los chicos subieron y el viaje se realizó sin inconvenientes, al llegar al lugar de la excursión todos bajaron muy contentos al ver aquel bosque muy bonito.
–Ya llegamos, al bajar necesito que se agrupen de tres a cuatro personas – Índico la profesora antes de bajar del autobús
– Bien hacemos los tres – Dijo Susana
Los otros dos estuvieron de acuerdo y bajaron del autobús, la licenciada les dio las últimas indicaciones y les dijo que podían ir a explorar pero que no se alejaran mucho.
Los tres chicos se fueron a explorar por un camino formado de flores, Marcos quería tomar fotos de animales que habiten allí, pero no había ninguno a la vista.
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Después de un rato Marcos vio a un venado y lo quiso fotografiar, pero el animal comenzó a moverse.
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Marcos lo siguió sin hacer bulla y se alejó de sus amigos.
– ¿Dónde esta Marcos? – Pregunta Susana un poco preocupada
–No se, y si le paso algo, vamos a buscar a la licenciada – Responde Emir igual de preocupado por su amigo
Los dos fueron a buscar a la licenciada y le contaron lo sucedido entonces fueron a buscar a los alrededores a ver si encontraban al niño, después de unos minutos Susana logro encontrarlo estaba cerca de un arroyo.
–Sabes que te hemos estado buscando, ¿Dónde estabas? – pregunto mientras lo abrazaba.
–Fui tras un venado y tarde un rato en encontrar el camino de regreso.
–Está bien, vamos
Los dos llegaron al lugar donde estaban los demás y Emir a ver a su amigo sano y a salvo corrió hacia él.
–Me preocupe mucho – Le decía mientras lo abrazaba fuertemente.
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Después de esto todos subieron al autobús de regreso a la escuela. Marcos en el trascurso del viaje se puso a pensar que buenos amigos tenía que se preocupaban por él.
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MORALEJA:
En el momento que uno menos espera es cuando te das cuenta que a nuestro alrededor hay personas que te quieren y te consideran mucho, o sea aquellos que se los puede llamar amigos; es mejor tener pocos amigos que se preocupen por ti, que muchos que no les importe como estas. Por eso debemos ser agradecidos con los buenas amistades que tenemos.
